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Nos conocimos de una manera extraña, especial y única, cuando lo recuerdo me entra la nostalgia y en cierta forma me da risa porque jamás pensé que así encontraría al amor de mi vida.
El primer día me caíste bien porque de cierta manera ambos éramos muy parecidos, pendejos mejor dicho. Los días pasaron y nos hicimos muy buenos amigos, aún recuerdo el como te molestaba cuando te llamaba ''Kitten'', siempre me insultabas hasta que poco a poco empezaste a seguirme la corriente e incluso me mandabas fotos provocadoras, oh si, aún las tengo, amor.
Me ausenté una semana por cosas del estudio y joder, te extrañé tanto, cada día que pasaba y aún en ese entonces no sabía lo que me ocurría a estar lejos de ti. Cuando regresé y vi tus miles de mensajes me sentí feliz, esa palabra se queda muy corta con lo que sentía en ese momento, fue ahí en donde me di cuenta que tal vez solo tal vez me empezabas a gustar. Como olvidar cuando le preguntaba a Hadley de ti y automáticamente sacó conclusiones de que me gustabas, aún sin siquiera saberlo yo mismo.
Los meses pasaron y mis sentimientos se hicieron más fuerte, decidiste irte y sinceramente pensé que ahí todo acabaría, no fue así, al contrario, poco a poco fui quedando enamorado de ti hasta que me atreví a declararme poniendo incluso nuestra amistad en peligro, ¿Qué pasó? Me dejaste en la fría y oscura friendzone.
