compañero

24 1 0
                                    

Tengo un compañero de celda, no sé su nombre pero el habla mucho. Todos los días dura horas contándome sobre lo que ve a lo largo del día. Él tiene permitido salir de esta prisión durante las noches y al amanecer regresa solo para contarme todo lo que sabe del mundo exterior. Puede que ese hombre mayor sea mi único contacto con lo que hay fuera de estas 4 paredes blancas de concreto solido, casi tan viejas como la vida de los fundadores. No se nada de esa persona, pero aun así, es el único consuelo que tengo en esta cárcel llena de gritos y desesperación encubiertas por el titulo de un simple hospital psiquiátrico, antes de dormir me cuenta historias graciosas hasta el punto de que mis ojos cansados no pueden mantenerse abiertos y ceden ante la magia de Morfeo. Caer en un profundo mar de sueños sin un significado claro es a lo que mi mente se dedica aún estando despierto. No quiero permanecer aquí por siempre, si me comporto bien, me muestro serio, responsable y totalmente sano, lo más probable es que mis años de sentencia se reduzcan. Mi único amigo en este lugar es ese viejo de no más de 84 años el cual se encarga de distraerme mientras los otros prisioneros son torturados, sé lo que pasa fuera de mi celda, pero él hace su mayor esfuerzo para que yo no le preste atención, supongo que el me ha ahorrado una gran cantidad de sufrimiento, espero algún día poderle agradecer.

EncerradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora