En el hospital

342 11 0
                                    

Entre abrí lo ojos, había demasiada luz, y me molestaba mucho.

Estaba realmente asombrada ante lo que estaba delante de mí:

Nerea y estaba en la cama de al lado dormida. Daniel estaba sentado en una silla, con la cabeza apollada en la pared y la boca entre abierta. Jesús estaba en la silla colocada a mi derecha, con su cabeza apollada en el colchón y... Y Eva... ¡¡Eva no estaba!!

Empecé a agitarme, 《¿Dónde estaba Eva? ¿Se habría ido a trabajar? ¿Nos habría dejado solos?》 Un millón de preguntas rondaban por mi cabeza.

De repente, alguien me cogió de la mano, miré rápidamente mi mano junto a la suya, realmente era adorable.

-Buenos días guapetona, ¿estás mejor?-preguntó un Jesús adormilado

Entre abrí la boca para decir algo, pero no me salían la palabras 《¿Qué se supone que le iba a decir?

-No te pongas nerviosa, que no voy a hacerte nada-dijo con esa sonrisa que me enamoraría a cualquiera.

-¿Dónde esta Eva?-dije tímidamente.

-¿Mi madre? No sé, habrá ido a coger un café, ahora volverá.

Yo le devolví una sonrisa en señal de aprobación.

-No has contestado a mi pregunta,  ¿estás mejor?

- Me duelen las rodillas y el brazo.-dije mirándole a los ojos.- ¿Qué son todas estas cosas a las que estoy enchufada? ¿Qué me ha pasado?-dije un poco confusa y preocupada.

-Te duelen las rodillas porque cuando te desmayaste, caiste hacia delante.-dijo afirmando- Te duele el brazo porque estas enchufada a estos chismes y te han sacado sangre-dijo con una sonrisa tímida- Y estas enchufada a estos chismes porque te ha dado un ataque de ansiedad.

La decisión que cambió mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora