La decisión que cambió mi vida

Ezra

-Es aquí-dijo parándose en frente de una puerta.-Espera un momento-dijo entrando.

Un rato después salió.

-Ya puedes entrar, yo me quedo con la yegua-dijo cogiendo las riendas de ésta.

-Gracias-dije sonriendo mientras miraba al suelo.

Entré en aquel despacho, había un señora de unos 40 años, con gafas y el pelo recogido en un moño bajo con algunos mechones sueltos.

-Buenos días-dijo amablemente con una sonrisa.-Toma asiento.

-Buenos días.- dije mientras me sentaba en la silla.

-Me llamo Emma y soy la directora y dueña de el centro de hípica. ¿Qué desea?

-Venía porque me han regalado una yegua y me dijeron que aquí la cuidarían-dije tímida.

-Sí, ¿como se llama usted?-preguntó bajando un poco sus gafas.

-Lena, Lena Gómez García-dije mirando como tecleaba algo en el ordenador.

-Mm... a sí. Tiene alquilada la cuadra... 88-dijo decidida.-Pero, ¿has venido con la yegua?-preguntó quitando la vista del ordenador.

-Sí, pero el chico que entró antes dijo que se quedaría con ella-dije mirandola a los ojos.

-¿Ezra? ¿El chico que tiene el pelo negro y la piel blanca?-pregunto.

-Sí-dije.

-Vale. ¿Vendrás hoy o mañana?

-¿Para qué? -pregunté confundida.

-Para hacer el papeleo y aquí pone que tiene clases de hípica durante... todo el verano, puede empezar hoy o mañana.

-No sé, supongo que vendré mañana,  porque mis amigos están esperando, encima vengo en pantalones cortos...- fue lo único que se me ocurrió como excusa.

-Se nota que quieres estar aquí,  a mí no me engañas. Sal a hablar con ellos y ya me dices, ¿vale?-dijo animándome a salir.

-Vale

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Ya había hablado con los chicos y me dirigía hacía el despacho de Emma,  la dorectora.

*Tock-tock*

-Pase-dijo.-Oh, eres tú- dijo al verme. Yo solo sonreí- ¿Qué te han dicho?-preguntó curiosa.

-Pues se han despedido, pero han dicho que la próxima vez, ellos también vendrán a montar.-la directora sonrió.

-Bueno, busca a Ezra, él montará en la próxima clase, podrá ayudarte. Pero antes...-dijo buscando por unos cajones de un armario situado detrás de ella- Toma-dijo estendiendome la mano con unas mallas negras. Las cogí y fui en busca de Ezra.

-Hola-dijo apollado en una pared externa del despacho.

-Hola-dije tímida.

-Tu yegua ya está en su cuadra, así que te acompañaré a los baños para que te cambies. -dijo. Yo me quedé mirándolo a sus ojos.-¿Por qué me miras así?

-No me dijiste como te llamas-dije encogiendome de hombros. Él sonrió.

-Me llamo Ezra, ¿y tu?-dijo mirando al cielo.

-Lena-dije mirando su perfil.

-Umh, bonito nombre. Cuántos años tienes?-dijo mirándome a la cara esta vez.

-13-dije mirando a otro lado- ¿Y tú?- pregunté curiosa.

-15-dijo sonriendo-Ya hemos llegado, yo te espero aquí-dijo metiendo sus manos en los bolsillos.

-Vale-le dije miemtras entraba en el baño.

3 minutos después ya estaba fuera.

-Vamos, cada vez queda menos para que empiece la clase y tienes que preparar a la yegua-dijo poniéndose tras mi y empujando de mi cintura.

Llegamos a un pasillo larguísimo con cuadras a la izquierda y a la derecha.

-Esta es la de tu yegua-dijo señalando una- Por cierto, ¿como se llama?-preguntó acariciándola.

-Se llama Ámbar-dije feliz.

-Pues empieza a cepillar a Ámbar, yo te traigo todo lo necesario para ensillarla-dijo eso y desapareció por unas escaleras.

Entré y la cepille, la limpié los cascos y las crines. Cuando apareció Ezra.

-¿Te ha dado tiempo a hacer lo necesario? -preguntó mientras dejaba la silla en la puerta.

-Sí-dije tomando la sudadera*, seguido le puse la silla* y la cincha*.

- Te ves muy guapa preparando a la yegua- comentó Ezra. Yo lo miré extrañada.-Solo digo la verdad-dijo riendo.

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La sudadera, la silla y la cincha son parte de la silla, la cual se usa para estar sentado encima del caballo.

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Pregunta:

¿Os gusta el nombre Ezra?

¿Y Ámbar para la yegua?

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Espero que os haya gustado,

besos gordis <3 <3