La historia relata la vida de una fan de Kim Hyun Joong, como un viaje hacia Corea del Sur cambiara su vida para siempre. Conocerá a su ídolo de una forma que no pensaría jamás.
La noche en Tokyo es realmente hermosa, me quedaría mirando esas luces, todo, para siempre, me encanta, me llevo varios mangas y otras cosas más que me compré. Ya pasaron 2 días desde que vi a hyun joong, estuve muy atenta a cualquier noticia para no perdérmelo de nuevo. Investigando en internet, vi que vino a hacer aquí un capítulo de su nuevo drama o dorama como le digo yo jaja, me hubiese encantado verlo actuar en vivo y en directo, que envidia, me encantaría poder ser la actriz y tenerlo tan cerquita mío. Que injusta es la vida.
Estoy en un restaurante ahora, me ordené un plato de Ramen, es muy rico.
—disculpe la demora, que lo disfrute— dice el moso acomodando mi plato en la mesa
— muchas gracias— digo mientras admiro mi comida— ¡mmm que rico está esto!, lo voy a extrañar bastante cuando regrese a mi país
Una hora y media estuve aquí, mientras comía y esperaba el postre, también mientras miraba algunos mosos que se veían tan guapos como unos idols jajaja, bueno... creo que muchas estaríamos así de babosas al venir al mundo de nuestros oppas, aunque sea Japón, jajaja no me imagino como voy a estar en Corea, basta Ludmila, concéntrate.
—la cuenta por favor— le pido con una sonrisa
Pago mi factura y me retiro del lugar, mientras camino mirando cada parte de la zona, como para poder guardarlo en mi memoria y recordar este viaje toda mi vida. Unas luces en el cielo me encandilan.
—¡wo! ¡Fuegos artificiales!— todo el mundo a mi alrededor se quedan observando el cielo
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Unos fuegos artificiales bañaron en color ese inmenso azul oscuro, parecían estrellas que explotaban, me quedé maravillada observando, de verdad que es un espectáculo.
