Capítulo 1

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Estaba cansada. Llevábamos horas despiertos esperando a William.

-Lleva mucho tiempo fuera...- le dije a Caleb preocupada-.

-Lo sé, ya debería estar aquí...no sé...es raro...-dijo frunciendo el ceño y mirando al suelo-.

-¿Y si encendemos la tele? Sino, me quedaré dormida en breves- dije, y después, solté un bostezo-.

- Vale- Caleb cogió el mando de la tele y la encendió-.

Puso un canal de documentales. A mi no me gustaban los documentales pero presté atención ya que no tenía nada mejor que hacer. Inesperadamente, empezó a sonar un pitido muy fuerte.

-¡Dios!- dije tapándome los oídos- ¡Baja eso!

Pero cuando Caleb fue a coger el mando el pitido cesó y en cambio empezó a sonar una alarma.

-¿Qué co...?-empezó a decir Caleb pero antes de que acabará la frase una voz femenina empezó a hablar-

-Atención, esto no es un simulacro. Permanezcan dentro de sus casas, echen la llave y no dejen entrar a nadie bajo ningún concepto. Atención, esto no es un simulacro- la voz empezó a repetir lo que había dicho previamente-.

-¿Qué? -pregunté con miedo-

-Voy a asomarme por la ventana, tal vez sea un tornado,si es así tendremos que bajar corriendo al trastero- dijo Caleb poniéndose en pie y dirigiéndose a la ventana más cercana-.

Ojalá hubiese sido un tornado. Caleb miró por la ventana. Pasaron dos minutos y la calle seguía en silencio.

-Habrá sido una broma...-dijo y se giró  para mirarme- venga volvamos a...

-¡Aaaaaah!- un chillido desgarrador provenía de la calle- ¡Jules, vamos, dios mio!

Los dos nos asomamos corriendo por la ventana aunque no vimos nada. El escándalo provenía de la casa de enfrente.

-Dios Caleb, la señora Rose...-dije horrorizada y me gire para mirarle- ¡Tenemos que ayudarla!-Caleb me miró-

-No voy a permitir que salgas por esa puerta si es lo que pretendes- me dijo desafiante-.

-Pero, ¡Caleb!- dije enfadada-

-Nada de peros- miró otra vez por la ventana- ven, ¡corre!, ¡el señor Wells!

Me asomé por la ventana y ahí estaba el señor Wells, con un pijama azul de rallas blancas y un teléfono en su mano derecha. Fue corriendo a la casa de la señora Rose y llamó frenéticamente a la puerta.

-¿Señora Rose...?¿ Está usted bien? ¿Quiere que llame a la policía? -Dijo acercando su oreja a la puerta. La calle se quedó en silencio- Señora Rose... voy a entrar, ¿vale?- dijo el señor Wells y se dispuso a abrir la puerta-.

-Esto no pinta nada bien...- dijo Caleb sin apartar la mirada del señor Wells-

El señor Wells puso la mano en el pomo, lo giró y empujó silenciosamente hacia dentro. No se oía nada.

-¿Se-señora Ro-rose...?- pude notar el miedo en su voz- ¡e-eh!, ¿Ha-ay alguien a-ahí...?

El señor Wells dió un paso hacia atrás y me di cuenta de que Caleb y yo estábamos centrando toda nuestra atención en él.

Alone (Solos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora