CAMPAÑA DE SILESIA DE 1741

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El rey de Prusia Federico II el Grande precipitó la guerra al invadir y ocupar Silesia en 1740. De un lado se encontraba la alianza formada por Baviera, Prusia, Sajonia, Francia, España(que estaba en guerra con Gran Bretaña desde 1739) y Cerdeña. Por otro, Austria, apoyada por las Provincias Unidas y Gran Bretaña.

Prusia en 1740 era una potencia emergente, pequeña pero bien organizada. Su nuevo rey Federico II quiso unificar las tenencias de la corona dispersas. El príncipe Federico tenía sólo 28 años de edad, cuando el 31 de mayo de 1740 murió su padre Federico Guillermo I, el "Rey sargento". A pesar de que Prusia y Austria habían sido aliadas en la Guerra de Sucesión polaca (1733-1738), los intereses de los dos países se enfrentaron cuando el emperador del Sacro Imperio, Carlos VI, falleció el 20 de octubre de 1740.

El emperador Carlos VI había estado trabajando para asegurar la sucesión de su hija, María Teresa, al trono como emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico. Aunque la ley sálica impedía la sucesión por línea femenina, Carlos VI logró obtener el consentimiento de varios de los Estados que formaban parte del Sacro Imperio mediante la redacción de la Pragmática Sanción de 1713, que eludió la ley sálica para permitir que su hija accediera al trono. Sin embargo, Federico, al llegar al trono, rechazó la Pragmática Sanción e invadió Silesia el 16 de diciembre de 1740. Para sostener la legitimidad de su invasión, Federico utilizó como pretexto una interpretación de un tratado entre los Hohenzollern y los Piast de Brieg.

La única experiencia de combate reciente del ejército prusiano fue su participación en la Guerra de Sucesión polaca (campaña de Renania de 1733-1735). Nadie en el Sacro Imperio Romano Germánico confiaba en la nueva potencia en ascenso y, por lo tanto, el emperador no pidió ayuda a los prusianos. Como consecuencia, el ejército prusiano carecía de prestigio y era considerado como uno de los muchos ejércitos menores del Sacro Imperio. No obstante, nadie consideró el hecho de que el tamaño del ejército prusiano (80.000 soldados) era demasiado grande para una población de 2.2 millones, llegando a representar un 4% de la población total del reino. En comparación, el Imperio austríaco tenía 16 millones de ciudadanos, pero un ejército más pequeño que el prusiano debido a restricciones financieras.

Además, el ejército prusiano estaba mejor entrenado que los demás ejércitos de Europa. El rey Federico Guillermo I y Leopoldo I, Príncipe de Anhalt-Dessau, habían reformado al ejército prusiano hasta llegar a una perfección entonces desconocida en Europa. El soldado de infantería prusiano estaba tan bien entrenado y bien equipado que podía disparar 4 tiros por minuto en comparación a los 3 tiros por minuto que podía disparar un austriaco; a pesar de que la caballería y artillería eran menos eficientes, seguían siendo superiores al promedio. Además, mientras que los austriacos tenían que esperar a que se reclutaran hombres para completar sus fuerzas, los prusianos contaban con regimientos permanentes. Con este ejército no era de extrañar que Federico fuera capaz de invadir Silesia. Sin embargo, Federico decidió obtener todas las ventajas posibles en la guerra. Le ordenó al ministro de Asuntos exteriores Heinrich von Podewils que negociara un tratado secreto con Francia (firmado en abril de 1739) para poner a Austria en una guerra de dos frentes. De este modo, Prusia podría atacar a los austriacos en el este mientras que Francia atacaría a Austria desde el oeste.

El ejército prusiano se concentró a lo largo del río Oder a principios de diciembre, y el 16 de diciembre de 1740, sin declaración de guerra, Federico atravesó con su ejército la frontera de Silesia. Las fuerzas que disponían los generales austríacos consistían únicamente en las guarniciones de algunas fortalezas. De estas fortalezas silesianas, solamente Glogau, Breslaviay Brieg permanecieron en manos austríacas al inicio de la campaña de Federico. Los prusianos fueron capaces de capturar la fortaleza de Ohlau casi de inmediato, la cual utilizarían como cuartel de invierno. Así casi sin resistencia, los prusianos fueron capaces de apoderarse de una gran parte de Silesia duplicando su territorio y población.

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