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"Cerrar los ojos y pretender que algo no sucede no hace que deje de ser verdad."

-Cassandra Clare

—Todoroki Shoto, su orden está lista

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—Todoroki Shoto, su orden está lista.

El nombrado giró su cabeza en dirección a la camarera rubia, quien traía su orden de café.

—Un late sin azúcar y un cappuccino de vainilla.

—Gracias

La camarera notó que aquel joven tenía una belleza exótica fuera de lo normal. Sus cabellos en mitad. El izquierdo de cabellos rojos y el derecho albinos. Y sus ojos... ¡Sus ojos son hermosos! Heterocromáticos; uno azul y el otro gris. La cicatriz en su ojo izquierdo no le hacía ver mal. Y qué decir de su bien formado cuerpo de adonis. No es que lo haya escaneado cada vez que viene al local. La chica le miraba embelesada poniendo incómodo a Todoroki, pero no lo demostró. En su mente solo se le ocurrió que la chica quería propina.

—Gracias—dijo nuevamente dejando 50 yenes sobre su charola negra de servicio. La chica se indignó, pues aquel chico bicolor no entendió su insinuación. La muchacha solo se retiró triste haciendo una ligera reverencia

—¿En serio eres tan ingenuo?— le dijo Momo Yaoyorozu con una sonrisa. Una bonita chica de cabellos y ojos azabaches, quien el bicolor considera su mejor amiga.

—¿Qué? ¿Debí darle más propina?—le dio un sorbo a su late sin azúcar mientras le observaba

—No puedo creer que no hayas notado su atracción por ti. Era muy obvia.

—Sabes que no soy bueno con ese tipo de cosas. Y no estoy interesado en ello.

Su amiga solo le dio una sonrisa.

Su celular vibró en su bolsillo del pantalón. Al revisarlo tenía un mensaje de su madre quien le pedía que comprara algunos ingredientes para la cena cuando regresara. Le dijo a Momo del encargo de su madre y quiso acompañar a su amigo hasta el supermercado.

Al llegar a su destino, Momo le dijo que iría al departamento de chicas y que lo esperaba frente a las cajas de pago, Shoto asintió para dirigirse al departamento de congelados.

Mientras decidía que marca de carne acostumbra a comprar su madre, vio pasar una cabellera alborotada de color verde seguido de un rubio cenizo que vestían completamente de negro. De reojo observo como ambos chicos acorralaron a una joven rubia y se acercaron a ella para decirle quien sabe que cosas, la joven asustada, trataba de alejarlos pero estos le retuvieron por los brazos.

Abrió otro refrigerador solo para verlos mejor, pudo ver en la piel descubierta que llevaban extraños tatuajes y el rubio poseía un cuchillo en la pierna.

—Oye—llamó la atención de los chicos, estos se giraron con una expresión de sorpresa, la chica comenzó a removerse por esto, el rubio le tomó por la  garganta y tapó su boca para evitar que emitiera sonido alguno.

La Sangre del Nefilim [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora