Que sabe a ensueño, Ramé,
De terciopelo y desprolijo.
Que sabe simple y de simple
Tan complejo.
Veo el fondo y de tan claro
Que no veo,
Aquel lozano templo
Que prometes e imagino.
Dulcemente cae mi anhelo
Ya más vivo, en tu tierno tacto
Que desliza duradero;
Elixir que por temerle... Amor,
Lo debilito;
Amor que en sabio modo
Redime mis afectos.
Sueños rotos son del tiempo
La espuma evaporada,
Y el agua nacarada
Que honra sobre el lienzo
Con esmero, virtudes ganadas...
Que hoy siento ilimitadas
Aquí donde guarezco.
Luz que tornasola al sol
De tu mirada...
Siendo primer llama
Del fuego que transforma.
Son los pedestales
Raíces de palabras,
Que izadas y fundidas
Al éter se proclaman
Victoriosas del averno.
Endudando ya más nada,
Serenata de mi luna...
No hay más verbo
Que figure,
Este amor que me subyuga.
