El fin del año escolar había llegado, anunciando así, que este sería el último día que volveríamos a estar todos juntos, con ganas de pasar más tiempo con ellos decido hacer una reunión para así poder despedirme de cada uno de mis amigos.
—Oigan, vamos a casa luego de la ceremonia —digo a mi grupo de amigos— hoy estaré solo, Oda y Ango salieron en la mañana aún viaje de negocios.
—Oye, no había pensado en eso —pronuncia Dazai— y ellos dicen que soy yo el que se aprovecha de las ocasiones —murmura.
—Solo será una pequeña reunión —digo— no una fiesta de suicidio.
—Si no me hubieras delatado con nuestros padres, hubiera sido la mejor fiesta del mundo —se defiende el castaño.
—Una fiesta donde estas solo tú, no es una fiesta Dazai —dice Atsushi.
—Que aburridos son ustedes —murmura Dazai en forma de puchero.
—Como sea, ¿van a venir a mi casa? —pregunto restándole importancia al berrinche del castaño.
—Está bien, nos veremos en tu casa —contesto Fyodor— ahora, hagan silencio o el profesor nos regañara.
Tras la orden de nuestro compañero decidimos hacer silencio y fijar la mirada al frente, la ceremonia fue hermosa, Dazai se ganó una beca completa para estudiar en la mejor universidad de la ciudad, Akutagawa recibió la mejor noticia del mundo, su cuento titulado "Rashomon" había sido seleccionado para ser publicado en la editorial "Letrame Grupo Editorial", Fyodor fue seleccionado en una universidad del extranjero para estudiar derecho, Atsushi gano en una beca gastronómica en la universidad "Le Cordón Bleu" ubicada en la ciudad de Madrid, y yo me gane un contrato en la disquera de "Universal Music Group".
Habíamos ya dado todos nuestros primeros pasos para mejorar nuestros futuros, y aunque debíamos separarnos pronto, aun podíamos disfrutar de nuestros últimos días juntos, y no hay nada mejor que una fiesta.
Al finalizar la ceremonia me dirigí a la casa para organizar todo, junto con Dazai hicimos algunas galletas, postres y te, pues habíamos decidido dar una fiesta de té, por nada del mundo dejaría que hiciera su tan anhelada fiesta de suicidio, así que entre todas sus locas ideas esta fue la más sensata y normal que me había dicho.
Todos los invitados a la fiesta fueron llegando uno por uno, Dazai los dirigía al jardín mientras que yo terminaba de organizar las sillas y aperitivos.
—Esto se ve muy bonito —pronuncio Akutagawa causando que me pusiera nervioso.
—E-espero sea de tu agrado —contesto.
—Por cierto, muchas felicidades por el contrato que te ganaste —me felicito en lo que me entregaba una caja de bombones.
—Muchas gracias —digo en lo que acepto tan hermoso presente.
La fiesta de té dio inicio, Dazai más amable de lo normal me ayudo no solo hacer el té, sino a servirlo y dárselo a nuestros invitados, debí sospechar de eso, pero no lo hice, grave error, todo andaba bien en la fiesta, hablábamos y celebrábamos nuestros triunfos, pero de un momento para otro todos empezaron actuar de una manera muy extraña.
—Chuuya —me llamo Akutagawa— hoy te vez más hermoso que de costumbre —pronunció en lo que se acercaba— incluso te vez más hermoso que aquel ángel que esta allá —señalo algo a mi espalda, algo que no supe con exactitud que era.
—¿Qué te pasa? —pregunto.
—Nada malo, solo estoy enamorado de ti —dijo en lo que sin descaro alguno ataco mis labios.
—¿Qué haces? —pregunto en lo que lo empujo con fuerza.
—Por fin lo hizo, ese gato beso al perro —grito Fyodor.
—¿Cuál gato? Yo solo veo una fea mancha allá —pronuncio Atsushi.
—Eso es porque tu vez allá y yo acá —le respondió Fyodor.
—Yo no veo lo mismo que tú —de manera preocupada hablo el albino— me estoy quedando ciego ¡Ayuda! —empezó a gritar.
—Este ya está loco, disque está ciego —soltando sonoras carcajadas hablo el ruso.
—Oigan, la ardilla se puso agresiva —dijo Aku— no le gusto mi beso.
—¡Qué diablos! —grito— ¿Osamu, que demonios hiciste? —pregunto furioso al castaño.
—Les compartí de mis hongos en el té, pero por alguna razón ni a ti ni a mi nos hicieron algún efecto —dice decepcionado.
—Estas tan mal de la cabeza que ya nada te hace efecto —digo furioso.
—Oye ardilla sexy, se mi novia y tengamos tantas ardillas como podamos —dice Akutagawa en lo que me toma por la espalda.
—Puffff —escuche a Dazai reír— Creo que esto es lo más lindo que veré —sacando su celular gravo la escena tan bochornosa que hacían Atsushi y Fyodor.
Esos dos dramatizaban la escena de Romeo y Julieta, Atsushi como la linda princesa y Fyodor como el príncipe, aunque sus diálogos no fueran los correctos puedo decir que era lo más bello del mundo. Por otro lado, Aku no me soltó en ningún momento inclusive tuve que dormir con él.
—Mi ardilla linda —murmuro un Aku muy adormilado— te amo.
—¿Ardilla? —pregunto en un susurro.
La mañana llego más rápido de lo que pensé, los gritos de un Oda y un Ango fueron los que nos alertaron a todos, pues habían encontrado a Fyodor y Atsushi dormidos completamente desnudos en su cuarto, a Dazai con una soga en el cuello y tirado en el sofá tras su intento fallido de suicidio y a mi durmiendo plácidamente en los brazos de Akutagawa.
El regaño que nos ganamos fue enorme, pero el ver la cara de vergüenza de Atsushi, Fyodor y Akutagawa fue lo mejor del día.
—Siento mucho lo de anoche Chuuya —pronuncia Akutagawa totalmente avergonzado.
—¿Ya no soy tu ardilla sexy? —pregunto en forma burlona.
—Perdón —se disculpa.
—Tu también me gustas —me atrevo a decir.
—¿Entonces somos novios? —pregunta de manera tierna e ilusionado mi azabache.
—Si, después de todo ya me besaste —contesto ganándome una mirada de desconcierto.
—No recuerdo nada —murmura.
Sin pensarlo lo tomo del cuello y lo acerco a mis labios, saboreado así sus finos y cálidos labios, aunque nuestros caminos estén trazados por senderos distintos sé que al final de ellos estaremos juntos.
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