Semana Week ChuuAku

Día 2 Idol's

El ensayo de la banda había llegado a su fin más temprano que de costumbre, la razón, nuestro primer concierto se llevaría a cabo al siguiente día. Aunque debería estar feliz por tan espectacular oportunidad, mi mente estaba en cierto azabache que se encontraba molesto conmigo, pues él, no quería que yo me involucrara en este mundo.

Al salir de la disquera tome mi celular y le marque, pero no obtuve respuesta alguna, amaba a mi novio y quería que este me apoyara de la misma manera que yo lo había hecho cuando decidió ser escritor.

—¿Qué pasa Chuuya? —pregunta Osamu.

—Mi pareja me odia —contesto en un suspiro.

—Sabes que no me gusta meterme en tu vida —dice en una sonrisa— pero, si él no te apoya en el sueño de tu vida, entonces este no te ama.

—Sabes eh pensado en lo mismo todo este tiempo —suspiro— pero, aun así, no tengo el valor de dejarlo, en verdad le amo.

—Entiendo, si Kunikida no me apoyara yo sería muy infeliz —suspira— pero por suerte él es nuestro manager.

—Qué envidia, tú y el sí comparten de alguna manera el mismo sueño —digo.

—Ya encontraras a alguien con quien compartir tu sueño, Chuuya —dice en lo que me da una palmada en la espalda— nos vemos mañana, no llegues tarde —se despide tomando camino a su departamento.

Dando un suspiro ingreso a mi departamento, estaba vacío en su totalidad, Akutagawa, había cumplido con su palabra, se había ido, me había dejado, tomando una botella del más dulce vino la destapo y me la empiezo a tomar de a poco.

No sé con exactitud en que momento me dormí, solo sé que el ruido de mi puerta siendo tocada con desespero fue lo que me despertó, me dirigí a ella encontrando allí a Kunikida y Osamu.

—¿Estuviste bebiendo? —pregunto el rubio.

—Sí, pero no fue mucho —contesto.

—Chuuya, espero que tu vida personal no interfiera en la profesional —dijo Kunikida.

—Tranquilo, no pasara —digo— me baño rápido y nos vamos.

A paso rápido me dirijo a mi habitación alisto algo de ropa y me meto a bañar, al estar listo me dirijo donde mis compañeros, los cuales me esperaban muy acaramelados. Salimos de mi departamento con rumbo al sitio donde se llevaría a cabo el concierto.

Organizamos todo en su totalidad, al estar todo ya en su sitio decidimos arreglarnos, poco a poco la plaza de eventos se fue llenando, causando que los nervios aumentaran cada vez más.

—chicos salimos en cinco —nos avisó el programador.

—Si —contesto Kunikida— tranquilos todo saldrá bien —pronuncio— solo diviértase.

—Como digas —respondió Atsushi— daremos el mejor concierto.

—Sí, nos ganaremos a todas las perdonas —lo apoyo Fyodor— así que vamos para arriba.

Animados decidimos salir al escenario donde un centenar de personas nos aplaudieron, llenándonos de mucha más confianza, cada uno se ubicó en su respectivo lugar, Fyodor en la batería, Atsushi en el bajo, Osamu en la guitarra y yo en el micrófono principal junto con mi guitarra.

Empezamos a cantar canción tras canción, ganándonos los gritos de alegría de los fans y los mejores coros, aquello era espectacular, mucho mejor de lo que me imagine, pero aun así algo faltaba para que este sueño fuera perfecto, la canción final llego a su fin, nos encontrábamos despidiendo cuando lo vi entre la multitud, a petición del público y mía decidimos cantar una canción más.

—Esta canción va dedica para el amor de mi vida —anuncio.

“Sé que nuestro amor llego a su fin

Que esta historia murió en ti,

Que ya no importa insistir aquí,

Que el olvido es lo único que nos mantiene unidos.”

Poco a poco sentí como mis lágrimas humedecían mis mejillas, después de esta noche ya no habría más nosotros.

“Si algún día nuestros caminos se cruzan de nuevo,

Solo sonríe, pues así sé que todo este dolor

Borrado de nuestras almas estará,

Llora ahora, ódiame lo que quieras

Pero nunca olvides que soy yo

Quien más te ama”

Sentía como poco a poco un nudo en mi garganta se formaba, haciendo cada vez más difícil el poder cantar la canción,

“Te extrañare en invierno

Te soñare en la primara

Te llorare en el verano y

Te olvidare en otoño.

“Si algún día nuestros caminos se cruzan de nuevo,

Solo sonríe, pues así sé que todo este dolor

Borrado de nuestras almas estará,

Llora ahora, ódiame lo que quieras

Pero nunca olvides que soy yo

Quien más te ama”

Akutagawa…

La canción llego a su final y con eso, el susurro del nombre de aquel a quien iba dedicada cada una de esas letras, mi voz se fue en su totalidad, mis ojos se encontraban llenos de lágrimas y mi corazón partido en miles de pedazos.

Había dejado libre la persona que más amo en este mundo. Nunca más habría un nosotros.

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