Epilogo :3

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Esto es lo último...de esta historia XD

Ink se removió con nerviosismo, sentada de manera india sobre el sofá y mirando a sus amigos. Habían vuelto no hace mucho tiempo al Páramo, donde Hortensia y sus hijos esperaron a su padre con los brazos abiertos. Hubo abrazo, reclamo por la repentina desapareció pero ella realmente no estaba molesta. Hablaron un rato, hasta que todos los presentes bostezaron sin poder evitarlo. No sabían cuanto tiempo estuvieron atrapados en el otro mundo deformado pero había sido cansador y con mucha tensión. Terminaron por acostarse todos en la gran sala del castillo, con Ink utilizando el sofá y con ellos recostándose en colchones dejados en el piso, prácticamente acurrucados entre ellos y roncando con fuerza.

La coneja suspiro y se levanto, caminando lenta y silenciosamente hacia la puerta principal, abriéndola y saliendo fuera. Miro a su alrededor, todo estaba oscuro y tranquilo, de seguro los habitantes durmiendo profundamente. Cerro la puerta y empezó a caminar a paso firme hasta el gran laboratorio que tenia el lugar, parándose frente a la entrada. Levanto la mano con el puño cerrado, dudando varias veces pero golpeando la puerta frente a ella, entrelazando sus manos tras su espalda.

-¿Quien...?- el Doctor Loco abrió la puerta, mirando a todos lado y por último a ella. -¡Ho, buenas noches Ink!- le sonrío, haciéndose a un lado y haciéndole una seña para que entre.

-Hey Doc- entro, sonriéndole con nerviosismo. -Espero no molestarte o haberte despertado-

-¡Tonterías!- rio, cerrando la puerta y empezando a caminar, con ella siguiéndolo rapidamente. -He estado ocupado con muchos pedidos de los habitantes del Páramo como para dormir- se encogió de hombros.

-Oh...- jugueteo ligeramente con sus manos. El Doc se acerco a una mesa, sacando los papeles ahí dejados y tirándolos a un lado.

-Siéntate, volveré en unos minutos- le sonrío, dándose media vuelta y caminando a otra habitación. Ink suspiro, apoyando sus manos en la silla y subiéndose de un salto, balanceando ligeramente las piernas y golpeando se manera distraída los dedos contra la mesa. Levanto la vista al escuchar pasos acercarse, sonriendo ligeramente al ver que el Doc se acercaba con una taza humeante en una mano y un vaso en la otra. -Aquí tienes- le dio el vaso, sentándose en la otra silla y dándole un sorbo a su tasa.

-Gracias- sonrío, tomando un poco del contenido de vaso. Tarareo ligeramente, le gustaba mucho el jugo de manzana.

-Sin querer sonar malo pero...¿Qué te traer por mi laboratorio?- el Doc la miro con curiosidad.

-Oh bueno...dos cosas- metió la mano en su bolsillo, sacando dos pequeñas esferas transparentes y dejándolas sobre la mesa. -Primero que nada, gracias por esto. Nos sirvió muchísimo-

-¡Me alegra mucho!- sonrío. -Los guardare, pueden pedírmelas cuando quieran-

-Gracias- suspiro, bajando las orejas. -Y lo segundo...bueno...- se rasco la nuca. -...necesito su ayuda con algo- él le dio otro sorbo a su taza.

-¿En qué?- enarco una ceja. Ella simplemente llevo ambas manos a su pecho, alejándolas a los pocos segundos pero con su corazón entre manos. Dejo este flotando sobre la mesa, para después retorcer con nerviosismo sus dedos. -¿Qué fue...?- se callo de golpe, sus ojos agrandándose al notar algo: el corazón, brillando ligeramente ante cada palpitación, tenia una grieta que empezaba en el centro y se extendía hacia un lado. -¿Qué paso?-

-Esa cosa...intento atacar a Mickey y yo...me interpuse- hizo una mueca, llevando una de sus manos a su pecho. -Su mano se metió en mi pecho y...pude sentir...como apretaba mi corazón con fuerza...por un momento, creo que pude escuchar como se rompía- miro al Doc con tristeza. -¿Puede...arreglarlo?-

-Yo...- se rasco la nuca. -No lo sé Ink- negó ligeramente.

-¿No lo sabe?- se paro en la silla, apoyando sus manos en la mesa. -¿Como que no lo sabe?- el Doc la miro con tristeza, ella se veía muy...asustada.

-Los habitantes del Páramo no tienen corazón...- hizo una mueca. -...y me temo que nunca he intentado sanar uno- 

-Y-Yo...- cerro la boca y se llevo ambas manos al pecho, cerrando los ojos y arrodillándose, acurrucándose y gimiendo de dolor.

-¿Ink?- el Doc fue rápido en levantarse, acercándose a ella y arrodillándose a su lado, rodeándola con un brazo y permitiéndole apoyarse en su hombro. Ella prácticamente sollozo, apretando con fuerza las manos y los ojo. -¿Estás bien? ¿Qué esta...?- levanto la vista al escuchar un "Crack", observando con asombro y algo de miedo como la grieta se alargaba ligeramente. -¿Ink?- la miro al sentir que ya no se retorcía. Ella jadeo, con los ojos entrecerrados mirando hacia el techo.

-¿Puede...intentarlo?- lo miro como pudo, con ligeras lagrimas corriendo por sus mejillas y suplica brillando en sus ojos. -¿P-Por favor?-

-Lo intentare- suspiro pero le sonrío.

-G-Gracias D-Doc- sonrío ligeramente. Dejo escapar un tembloroso suspiro, mirando fijamente su corazón agrietado flotando sobre la mesa. Tenia el presentimiento que esto solo era el comienzo de otra cosa.

Corazón negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora