Capitulo 1

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– Vamos enana, despierta, tenemos que hacer las pruebas para esta noche.

Demonios, que alguien me diga que esto es una jodida broma.

–  Si no te levantas ahora, no me iré hasta que lo hagas y sabes que puedo ser un completo fastidio cuando quiero.

Claro que lo sé, pero en este momento lo único que quiero es que desaparezca mi hermano y me deje dormir

–  Ya está bien, a la una.

¡DIOOS! ¿Puede ser alguien más pesado?

– Doooos

No lo va a hacer, no puede, cosquillas no, ¡Demonios, si puede! Adiós descanso.

– Unooo

– ¡ASHTON PARA! Ya okey? Listo, ya me desperté.

– Ya era hora enana, ahora hazte a un lado que quiero mimarte.

Sentí mi traicionera sonrisa esparcirse por mi rostro de una forma inevitable, Ashton era fastidioso pero es el mejor hermano mayor que alguien pueda tener. Sentí como se acostaba a mi lado y me extendía los brazos, me acurruque y pude sentir esa calma que estuve buscando toda la noche y no pude evitar suspirar.

–  ¿No dormiste de nuevo? ¿Las mismas pesadillas? Cielo, porque no me llamaste, ya sabes, no importa que tengas 19, aun puedes correr a mis brazos.

Su intención era buena y logro quitarme una sonrisa.

– Presumido, por eso no fui.

Juro que sentí sus ojos rodar pero tenía razón, hoy seria una noche muy importante, era la última carrera y mucho estaba en juego, así que tenía que levantarme. Me esperaba una larga tarde en el taller ultimando detalles en el auto de Ashton.

– No mas que tu–  Sentí sus brazos pegándome más a él antes de darme un beso en la frente y levantarse.

–  Marie te ha guardado el almuerzo, así que come bien antes de ir a nuestro santuario, tengo que arreglar unos asuntos y luego vuelvo. Te amo enana, nunca lo dudes.

–  Yo también Ash, no te tardes, no quiero que mi piloto favorito este con la cabeza en otra parte, no gane la carrera de esta noche y decepcione a su mayor fan–  Eso provoco que una carcajada suavizara los ángulos de su rostro.

–  Con la sorpresa que seguro me tienes preparada, tu talento y los días que pasaste levantando esa bestia, enana, y por supuesto, mi talento, creo que hoy la victoria será nuevamente dedicada a tu insolente persona.

Con un guiño en su rostro salió de mi habitación cerrando las puertas dobles. Si, definitivamente Ashton, definitivamente te llevaras una sorpresa esta noche.

Después de una ducha y gracias a la comida de Marie, me puse en marcha hacia “El Santuario”, como lo llamaba Ash. Al entrar pude respirar ese aroma a expectación que siempre reinaba en el lugar, solo estaba yo, Billy y Joe estaban arreglando algunos asuntos de trabajo que, según ellos, requería su presencia urgentemente, seguramente tendrían que volver a arreglar algún pobre auto mal cuidado por algún que otro niño mimado.

Por lo que hoy me tocaba terminar los últimos detalles para esta carrera, lo prefería así, soy buena en lo que hago, no quiero presumir pero si en las carreras no eres bueno simplemente no existes. Mi hermano y yo trabajamos mucho por tener un nombre y no solo conseguirlo, sino al mantenerlo.

Las carreras clandestinas tomaron un giro completo hace cinco años cuando aparecieron las carreras “Storm” se llaman así porque no se sabe cuando aparecen y todo es muy secreto, solo entran los mejores equipos, los que ganaron la pasada carrera y los que se ganaron un nombre en las carreras casuales. Las carreras Storm se realizan una vez al año, el equipo ganador queda coronado como los mejores y “Reyes” por así decirlo, durante un año, de las calles, el premio aparte de ganarte el respeto de todos son 10.000.000$. La mayoría de los corredores son gente de plata, de muy alto nivel, podrías ver a algunos tipos que son buenos corredores en las calles y al día siguiente son grandes ejecutivos, presidentes de empresas o genios estudiantes. La organización de esta carrera está en manos exitoso empresario John Cole. Digo exitoso porque logro levantar la empresa en banca rota que dejaron sus padres tras sus muertes a los 18 años de edad, tiene negocios varios ámbitos pero aun sigo sin saber como se le ocurrió hacer estas carreras.  Su representante oficial, si se puede llamarlo así, es Mark Smith, un odioso para mí que no lograr entender una negativa pero letal como competidor, aunque cuesta admitirlo tiene lo suyo a la hora de correr.

Al LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora