Capitulo 3

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“¿Quién diría? Tal vez si exista el amor a primera vista.”

Me quede quieta mirando  su rostro porque nuevamente no sabía que responder.

– Tal vez. ¿Quién sabe…

– Michael. Michael Clifford.

– Michael.

–Me gusta cómo suena mi nombre cuando tú lo dices.

– Eso es cursi. – dije riendo.

– No le digas a nadie que llegue a decirlo. – dijo con lo que supongo yo que él creía que era una cara amenazante.

– Así que mi novia es la famosa Isabelle Hamilton.

– Corrección, soy tu novia por esta noche y no tengo nada de famosa.

– Capaz te enamores de mí antes de que termine la carrera y me pidas matrimonio. Eso no es lo que he oído por ahí.

– Capaz termine contigo antes de que termine la carrera. ¿Y se puede saber qué es lo que has escuchado de mí? – dije picara.

– Dejaremos que el tiempo lo decida. Preciosa, no eres campeona dos veces seguidas de una carrera exclusiva y esperas no ser conocida. – dijo bufando.

Reí ante eso, nunca antes lo había visto. Si él sabía de la carrera y de paso que gane dos de ellas, pertenecía al mismo círculo que el mío. Mi celular comenzó a vibrar y lo saque de mi bolsillo para ver quién era. Ash.

– Hola– dije girándome y tapándome el oído izquierdo para poder escucharle mejor.

– Enana ¿Con quién estás? – dijo arrastrando las vocales haciendo que sonriera.

– Con mi novio.

– ¡¿Qué?! – grito Ash en mi oído.

– Tranquilo es solo por una noche. – al decir esto Michael arqueo un ceja.

– Una noche y una mierda bell, te espero fuera pronto.

Ashton celoso era algo muy tierno que antes de fastidiarme me enternecía el corazón. Me encantaría quedarme más tiempo para conocer Michael pero Ash me necesitaba y aunque hace menos de 5 minutos acaba de dar mi primer beso, tenía que ir. Además no quería que mi novio piense que era una fácil por dejar que me besara al primer intento.

– No.

– ¿No?

– No te dejare ir.

– Lo siento Michael. Ash corre en menos de 15 minutos y tenemos que hablar.

Acorto la distancia entre nosotros, me tomo de la cintura y con su mano libre agarro una de mis manos. Su perfume llenó mis fosas nasales, envolviéndome casi bajo un embrujo de seducción, era distinto a cualquier otra fragancia pero era de esos aromas que una vez que lo conocías, sabias que nunca más lo olvidarías.

– ¿Qué pasa si te dejo ir y eres el amor de mi vida?

– Solo quieres que me quede porque de esa manera estarás a salvo de Kimberley.

 – Eso es basura. Puedo defenderme solo.

– Entonces ¿Por qué no hiciste eso antes?

– Tenia que besarte. YA.

Me sonroje y él se acerco a mí para darme un beso en la frente.

– Nos volveremos a ver. – dije separándome más pero dejando unidas nuestras manos.

– Claro que si, la noche todavía no termina, además todavía puedes enamorarte de mí y pedir mi mano en matrimonio.

– O puedo terminar contigo. – Dije girándome y soltando la conexión de nuestras manos. Comencé a dirigirme hacia las escaleras cuando escuche que Michael hablaba haciendo que me detenga.

Al LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora