"La curiosidad mató al Heterosexual"

"La confesión"

..."¿Alejarme o seguir?"

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He hablado con Frank. Su gran consejo es: "Dejar de pensar y actuar"

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Pasé tan tarde por la barbería.
El jefe de Samuel me hace señas, he volteado pensando que era a alguien más pero no es así.
Caminé ya teniendo la pastilla que venía a comprar.
-Podemos hablar?
Diría él al colocar las tijeras y las máquinas. Ya no hay clientes, de hecho ya es más que tarde.
-Digame.
No era costumbre mía tutear.
Apresure la inquietud al ver por fuera de los vidrios notando que todo es claro en la noche pero de día no se nota.
-Puedes decirme Moisés. No veo la necesidad de tanta formalidad.
-Prefiero no hacerlo.
-Ya veo.
Se sonrió.
Volteó, se sentó al lado y se puso la mano en el bolsillo para apagar el móvil que ha se veía brillar.
-Puede decirme la razón de su llamado?
-Eres directo. Bueno es que es algo difícil para mí decirlo o siquiera concretarlo.
-Solo dígalo.
Mencioné serio pues no es que me lleve bien o quiera empezar a serlo con alguien con tantos perjuicios.
Apenas olvidó las palabras despectivas con las que él se refiere a las personas que les atrae el mismo sexo.
Es que ni sé porque retrocedí a su llamado.
-He cometido un error, no puedo ya decir que no lo haré ya que no veo la oportunidad para que se dé. Quise retroceder pero no puedo solo.
Su forma de decirlo, era algo inconcluso, no llegaría a comprender.
-Despedirá a Samuel?
Sabía que ese lo podía evitar.
Él necesitaba ese trabajo.
-No, bueno...
Titubeó, tomé su mano y la apreté fuerte.
-Por favor no lo hagas!
La expresión que puse era demasiado, se notó algo más. Mucho más que el trato de un cliente.
-...No puedo enamorarme de un hombre. No tienes ni idea de las veces que he estado con mujeres y he dicho su nombre, de haber imaginado someterlo o que me someta ya que accedería a lo que sea por él.
Su tono de voz cambió.
Quité mi mano de la suya.
... corrí.
Debía de alejarme.
... Sabía lo que me pediría, y claro que no lo ayudaría!