Una Original

Capítulo 5: "Davina Claire"

Rebekah aparentemente había ido a hablar con una bruja y Hayley me había dicho que se iba a ir a caminar. Ni me ofrecí en acompañarla o algo, la verdad es que no quiero ver ni hablar con nadie que habite esta casa.

-Ya estaba extrañando ver tu cara. - Me di vuelta y me encontré con Jake.

-¿Sabes en dónde está Elijah? - Niklaus tiende a esconder todo de todos pero valía la pena preguntar.

-¿El trajeado? - Me reí levemente por el apodo y asentí. - No, ¿necesitas ayuda para buscarlo?

-No. - Le dije. - Va a ser imposible encontrarlo sin magia. Niklaus lo pudo haber escondido en cualquier lado.

-Tu familia es muy--

-¿Un total desastre? - Lo interrumpí.

-Iba a decir complicada pero eso también. - Me volví a reír. - No puedo creer que en una conversación ya te hayas reído dos veces. Eso es un récord para la familia Mikaelson.

-Antes no era así. - Sonreí melancólicamente acordándome de cuando éramos apenas unos niños humanos. - Pero el pasado es pasado. - Borré mi sonrisa y me fui dejando al híbrido solo.

Necesitaba dormir. Desde que llegué a Nueva Orleans no he pegado un ojo. Me saqué toda la ropa quedando en ropa interior y me acosté a dormir.

Me desperté horas después cuando escuché un portazo en la puerta principal. Me dio pereza levantarme así que agudice mi oído para escuchar que estaba pasando.

-La chica Cami, ella es la clave. - Escuché que Rebekah decía. ¿Habla de la rubia de Russeau's? - A Marcel le gusta, y por eso pude ver su arma secreta de la que tanto hablas.

-Bueno, no pares en ceremonia. - Escuché ahora a Niklaus. - ¿Qué es?

-No es un qué. - ¿Ah? - Es un quién. - Ah. - No debe ser mayor de 16 años pero nunca he sentido un poder así. Exceptuando a Viktoria obvio.

-Una bruja.

-No es solo una bruja, ella es algo que nunca he visto antes, algo muy poderoso, y ahora por tu culpa tiene a Elijah. ¿Quién sabe lo que le podría hacer? - ¿Tiene a Elijah?

-¿Dónde está?

Todos se quedaron en silencio unos segundos. Me paré y me puse mi bata.

-Esa perra inteligente. - Escuché que dijo mi hermana. - No lo sé. Me borró la memoria. - Eso fue suficiente para que yo bajé con velocidad vampírica hecha una furia.

-Marcel posee un arma muy poderosa, hasta casi con una magnitud de poder similar al que yo tengo, ¡y vos le entregaste a nuestro hermano! - Le recriminé verdaderamente molesta a Niklaus. - ¿Cuántas veces te va a perdonar Elijah? ¿Cuánto tiempo hasta que finalmente muera su esperanza de tu redención?

-¡Hice lo que tenía que hacer! - Me miró molesto. - ¡Marcel tomó nuestra casa!

-Nuestro hogar no vale nada sin familia. - Lo miré muy decepcionada. - Voy a encontrar a Elijah, cueste lo que cueste. ¿Me vas a ayudar?

-Cueste lo que cueste.