Rambo.
Jueves. La semana pasa rápido y me gustaría decir que es una semana más pero no es así, he estado actuando extraño mas bien lo he estado evitando. ¿A quien? Pues a Pree, un cliente, es ridículo porque no tendría que hacerlo pero me siento raro cuando estoy con él y no quiero sentirme así.
Por eso prefiero evitarlo y sé por boca de Bell y Oat que ha estado viniendo todos los días desde la última vez que hablamos. Bell dice que Pree me busca con la mirada, cosa que no creo ¿porque él haría eso?.
Solo lo he visto ayer de casualidad, porque las anteriores veces he estado repartiendo pedidos, cuando apareció por la puerta me dirigí a la cocina un buen rato para no tener que verlo, para mi desgracia en ese tiempo Oat tomó el mando de la cafetería y todo lo que se sirvió era imposible de digerir. Así que ya no puedo simplemente desaparecer o un cliente morirá envenenado.
El día va tranquilo de todas formas, sin mucha gente, sin muchos pedidos. Quizás hoy vuelva todo a la normalidad y deje de comportarme como un niño, tengo que reconocer que es una actitud bastante infantil, solo que no se porque sus últimas palabras realmente me dolieron.
Por supuesto que mi beso no iba a provocarle nada, es el beso de un ebrio, con un apestoso aliento a alcohol y totalmente robado porque eso tendría que tener algo de romántico?¿ Y porque lo considero como importante? Por que soy un inmaduro esa es la respuesta. Tienes que crecer Rambo, la vida no es como Disney la pinta.
En ese momento el ruido de la puerta me saca de mi reflexión y veo a un cliente entrar, me dirijo hacia él con una bandeja y la carta encima, es un cliente nuevo, parece ser un niño aunque por la cantidad de carpetas que porta en su mano diría que es solo en apariencia.
El chico parece quedar fascinado con el lugar, cosa que es lo más raro que he visto, a nadie puede gustarle tanto la estética rara de aquí, pero este niño esta embobado con sus ojos revoloteando por todos lados.
-¿Te puedo ayudar en algo?- Le pregunto al llegar
-Wooow! este lugar es increíble!- responde , creo que es la primera vez que escucho decir a alguien decir que es "increíble" y no "raro".
-Si...- digo caso dudoso.
-Perdón..no se que pedir..-
Lo observo y veo que ha entrado solo por quedar fascinado con el lugar.
-Puedo recomendarte algo muy bueno entonces, si me lo permites.- contesto y él sonríe.
-Sí! Será genial!.- responde y yo me alejo de él.
Desde acá puedo ver que aún observa detalladamente la cafetería.
-Que niño raro.- Me dice Oat al acercarse a mi.
-Increíblemente a alguien le gusta este lugar.- contesto, él se queda callado y veo como lo observa un buen rato, algo raro en él pues Oat es amigable pero a menos de que seas un cliente de hace años es muy difícil que obtengas alguna atención de su parte.
-Déjame yo se lo preparo.- me dice de repente.
-¿QUE?- contesto casi gritando.-¿Lo quieres matar o que?
-No voy a matarlo, solo quiero yo preparar el pedido.-
-Entonces quieres matarlo!.- reafirmo.
-Mis cafés, a diferencia de los tuyos que son extravagantes, son peculiares.- dice defendiendo el agua negra de pozo que suele preparar.
-¿Como te atreves a llamar "café" a eso que preparas? ¡Es un sacrilegio!¡No puedo! ¡No dejaré que lo hagas!-
Nuestra batalla fue interrumpida unos segundos después por el sonido de la puerta abriéndose. Ambos nos volteamos fingiendo el mejor aspecto profesional posible hasta que mis ojos se depositan sobre el cliente que acaba de entrar.
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Love & Coffee.➳ MewArt.
FanfictionRambo es un barista por excelencia que trabaja en la cafetería "The Duck" y un romántico nato a la hora de hacer de cupido con sus clientes, hasta que Pree, un hombre de cabello castaño, piel dorada, ojos dulcemente negros y muy golpeado por el rech...