Morado

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Contemplación, amor al prójimo. Idealismo y sabiduría.

Continuemos con el morado.

¿Qué se puede decir de ella? Su vida es un completo desastre.

Hija de rojo y azul, no hace falta mencionar qué representa cada uno, pero bueno, en resumen rojo es sensualidad y azul paz.

Su vida es un desastre por el hecho de que no sabe a quién de sus padres obedecer.

Rojo al representar sensualidad desea que su hija sea igual a ella, una mujer sensual, sexy y provocativa, que no tenga miedo a nada, que sea segura de si misma pero aquí hay un problema, la soberbia y el egocéntrismo se unían a su madre. Por el hecho de ser como es se sentía con el derecho de menospreciar a las otras personas, pero bueno, no quiero hablar más de ella hasta que le toque su turno.

Por el otro lado se encontraba azul, ¿Qué podíamos decir de él? Era todo lo contrario a rojo, entre ellos hacian ese Ying Yang perfecto. Él era amante de la naturaleza, le encantaba la paz, sentía que nadie era más o menos que otra persona, al contrario. Pareciese que no tiene ningún defecto pero en realidad sí, se enojaba muy rápido.

La cabeza de morado estaba hecha un desastre, ¿De quién quería seguir los pasos? ¿De la sencillez o de la soberbia? Tanto para tí, como para mí, como para ella la respuesta era obvia: sencillez ganaba por mucho.

Estaba convencida de que no quería ser una persona como su madre, le agradaba el hecho de seducir o cosas así pero eso no le daba el permiso de hacer sentir menos a los demás, por eso era una extraña mezcla de los dos, aunque más de él.

Su madre al enterarse de que no seguiría sus pasos la corrió junto con su padre, haciendo así una división entre los colores: cálidos y fríos.

Rojo se quedó sola en cálidos mientras azul y morado en fríos.

Morado se enojaba ¿Cómo se suponía que podía haber una diferencia entre colores? Al final, todos eran colores, ¿Cómo se pudo dividir en "cálidos y fríos"? Pero peor aún ¿Cómo ella pudo haberse quedado en el lugar de fríos? Es decir, era un color que amaba todo lo que había a su alrededor, no le gustaba que los colores fueran marginados, al contrario, ella buscaba que todos estuvieran juntos porque todos eran colores.

Todo le estaba afectando, tanto el hecho de que ahora estuvieran etiquetados como colores fríos como el hecho de que existieran personas como su madre, tan prepotentes, ¿Cómo puede existir esa clase de colores ahí? Lo ideal sería que todos se dieran un trato igualitario.

Todo era tan opuesto entre ella y su madre que simplemente no se podía creer que fuesen familia, morado tan sencilla y hermosa, su madre tan... Bueno, no hace falta mencionarlo.

Morado estaba acostumbrada a su color, no era clara pero tampoco tan oscura y eso le agradaba, el hecho de tener un color la mantenía tranquila.

Una vez, trató de ayudar a blanco pues se encontraba en un problema pero, accidentalmente blanco cayó arriba de morado, pidiéndole perdón por lo que había pasado blanco sobó el lugar donde le pegó a morado, cual fue la sorpresa de los dos que blanco se despintó en ella, haciendo que quedara lila en esa zona, más apenado que antes le pidió un perdón que no es posible describir.

Morado se enojó tanto que lo dejó hablando solo, se dió la media vuelta y se fue.

Al llegar con su padre le explicó lo sucedido y éste sólo le dijo Solo es una mancha, no tiene nada de malo, eso se limpia y ya; antes de que pudiese ir a limpiarse su padre la mandó a comprar unas cosas, ella no quería ir por el hecho de que tenía una mancha del cuello al brazo que la hacían verse diferente pero bueno si te manda tu padre no tienes otra opción.

Avergonzada tomó el dinero que había dejado azul en la mesa y salió con la mentalidad de que todos se reirían de ella, era obvio, ella a pesar de nunca haber estado en una situación así había dado la cara a por colores que sí, por eso tenía noción de que hicieran eso.

Iba caminando cerca de un parque cuando escuchó gritar a rosa que bonito color, te envidio, bonita era su amiga así que sabría que lo estaba diciendo para que no se sientese mal ya que de seguro le daba pena ajena o bueno, eso pensaba hasta que llegó verde y le dijo Oye, que bonito color ¿Cómo lo obtuviste? Y ahí fue cuando se convenció de que esa mancha no intervenía en nada con ella, así que fue a hablar con blanco y pedirle perdón por su comportamiento, aceptó que le había ganado el enojo y por eso actuó de esa manera.

Morado se dió cuenta de lo acomplejada que estaba por saber que dirian de ella en la calle, en saber si los colores se burlarían de ella o no, ¿Cómo era posible que ella pensara eso? No es por otra cosa pero ¿Desde cuándo es más importante lo que piensen las personas de tí que lo que realmente eres? Si tú te sientes a gusto contigo no tienes porqué complacer a los demás, ellos sea como sea siempre juzgarán.

Morado



Bueno, este es morado, espero que les haya gustado tanto como a mí redactarlo.

Moi moi.
~Jupiter.
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