Mis sueños.

Ellos.

En la oscuridad de mi cuarto se hacen presentes las pesadillas más asquerosas que mis ojos han podido ver,
ellas perseguían a un niño que luchó como último reto para poder vivir y volver a casa, James,
escondido en la esquina de mi cuarto
lloraba y gritaba desesperado.

Era oscuro y por más que eso
me haya inquietado, lo más incómodo
fue haberlo visto fijamente a los ojos
con esa sonrisa retorcida
y ojos saltones,
no era como lo recordaba.. me había echo quedar helada el haberlo visto tan de cerca; "Ángel.."
fue lo único que pronuncié en voz baja
y algo entre cortada.

Mi cabeza me dolía demasiado,
los gritos no cesaban y ya no podía soportarlo..
era incómodo,
desesperante..
quería partir mi cabeza contra la pared,
quería gritar, salir de allí.. pero no pude,
solo comencé a llorar mientras apretaba mis cabellos.. quería que paren
y entonces él llegó y tomó mi mano diciendo: "Respira.."
levante mi mirada.. sus ojos era normales,
se veía tan incomodo a la vista como los demás pero, sus ojos eran los mismos que alguna vez vi en otro tiempo..
"¿S-som..?"
tartamudee entre sollozos
y me lance a abrazarlo;
los gritos seguían, las palabras, las pesadillas, todo seguía allí.. pero él también estaba ahí,
él estaba abrazándome de nuevo,
no quería soltarlo, no quería..
estaba llorando como una niña de cinco años diciéndole el cuanto lo quería..

Fue entonces cuando desperté, mi cuarto seguía en la misma oscuridad, estaba llorando, había sido solo un sueño más, una miserable pesadilla más.. o eso creí.
Al prender la luz ellos estaban ahí, sonriéndome otra vez.