Capítulo 3

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Valeria PV

Me miró con los ojos abiertos de par en par.
No entiende de lo que le estoy hablando.
Me alejé de él y contuve las lágrimas. Esto iba a ser realmente más difícil de lo que pensaba.
Suspiré y me limité a verle a los ojos. Aquellos ojos color miel que hacían que sintiera maripositas en el estómago.
Intenté parecer lo más seria posible pero, era imposible evitar sonreir cuando me miraba.
Al fin conseguí articular palabra.

-P.Pues..-Cogí aire. Estaba demasiado nerviosa.-Te vi von una chica en el parque...S.Solo quería saber s.si...-Él sonrió. En serio, me siento la chica más estúpida del mundo ahora. No me respondió, solo me acarició la mejilla y me miró a los ojos con su hermosa sonrisa carmesí.
Y, entre susurros, formuló mi ansiada respuesta.
- Valeria, vamos no seas idiota. ¿En serio crees que ya me he olvidado de ti? Porque si es así tengo que pensar muy seriamente el tema tan famoso del que hablabamos siempre,¿recuerdas?- Palidecí. El "famoso tema" que siempre...si "conozco" o no a Dani. Ese famoso tema que me ponía nerviosa cada vez que me preguntaba.
Me limité a sonreir mientras miraba a sus hipnotizantes ojos. Parecía un sueño. ¿Estaba soñando?
-Pellizcame- Solté de sopetón. Este es el efecto de la noche y de Daniel en mi. Él soltó una sonora carcajada que se debió de escuchar en la otra punta de la calle. Sentí como la sangre me llegaba a las mejillas de golpe haciendo que me sintiera un tomate en persona. Daniel se acercó a mis labios. Muy poco a poco. Creo que mi corazón va a salir disparado por mi pecho con una banderita blanca pidiendo una tregüa de mi ensalada de emociones.
Justo cuando sentía que tocaba las puertas del cielo al reino de la paz pensé si esto iba a ser lo correcto. Dejé de pensar durante un momento para dejarme llevar. Sus labios estaban a pocos centímetros de mis labios, me sonrió. Estos de verdad iban a ser los momentos más vergonzosos de mi vida.

Mi cara expresaba todo,literalmente estaba pálida y mis mejillas parecían dos bolas de navidad. Daniel analizó cada espacio de mi cara, cada lunar y hasta te puedo asegurar que se dió cuenta de que estaba rojísima. Se rio despacio y en susurro al ver mi cara de espanto, como la de un fantasma.
Yo en cambio me quedé en silencio, observando cada gesto que él hacía.
Sentí una mano acariciar mi cintura, mi corazón latía cada vez más fuerte cuando sus labios se juntaron con los mios.
Creo quee voy a desmayar.
Esto no era lo correcto, no lo estaba haciendo bien, debía separarme pero no podía. Mi cuerpo echaba tanto de menos sus caricias y sus besos...
Mis labios resbalanan con los suyos en cada beso, húmedo y lento. Mi mente volvió en si y me separé lo más lejos. Me vió con una sonrisa.

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