¡¿Una mujer?!

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El instituto Yumenosaki, es una escuela un tanto peculiar, pues allí no sólo se dan clases normales, si no que también se forman a los que serán los mejores idols del país. Por supuesto, sólo los chicos estaban capacitados para entrar. Las chicas, estaban destinadas al curso de productora, cosa que hasta el año próximo no se abriría a todo el público. Una única chica era la que estaba encabezando ese curso actualmente, además de ser la única mujer de aquel lugar.

O eso era lo que se creía.

¿Quién no recuerda la historia de Mulán? Una valiente señorita que se disfrazó de chico para salvar, no sólo a su padre, si no también a su país.
Pues alguien, en esta misma escuela, siguió unos pasos similares a los de la heroína china. Y más concretamente, su motivo fue su amor por la música.

—¡Leader! ¡No puedes irte así como así en este momento! ¡Tenemos lecciones que practicar!
—¡N-no me grites tanto ni me zarandees así! ¡Me vas a dejar sordo, grrr!
—Arara... Ya empiezan.

Escenas como aquella eran de lo más normales últimamente en Knights, uno de los tantos grupos que existían en Yumenosaki. Knights era presentado ante los fans como un grupo de elegantes caballeros, finos, hermosos... Y nada más lejos de la realidad, pues entre ellos eran totalmente lo contrario;
Estaba Ritsu Sakuma, que se pasaba la mitad del día durmiendo debido a una enfermedad. Por no hablar de su personalidad caprichosa, comportándose más como un gato que como una persona humana. Le seguía Izumi Sena, que podría decirse que era el peor de todos por el mal carácter que siempre traía consigo, ya ni hablemos de esa extraña obsesión que tenía con uno de los componentes de Trickstar y que dejaba con miedo a más de uno (empezando por el pobre Makoto.)
Estaba Arashi Narukami, que si bien era de las más normales, sus momentos de diva o mujer cotilla, o cuando no le quedaba más remedio que hacer de madre del grupo, hacía ver todo más ridículo aún.
Leo Tsukinaga, su líder, era otro de lo más peculiar, si no el que más. Era un genio de la música, pero por eso mismo tenía arranques de inspiración muy variopintos, además de su estridente risa o su obsesión por los aliens, que sacaba de quicio a más de uno.
Y por último estaba, el más nuevo del grupo, y el más joven, Tsukasa Suou. Él podría decirse que era la imagen más cercana a Knights... de no ser por el deje infantil que se le escapaba a veces, de lo bocazas que era, o... sus tantas peleas con Leo que hacían de ellos una digna comedia de televisión más que el grupo de idols que debían ser.

Por eso mismo era frecuente ver a los dos pelirrojos pelear, a Izumi harto de ellos, Ritsu más de lo mismo porque quería dormir y la pobre Arashi, intentando pararles.

—Ay, a ver, calmémonos todos un segundo, empezando por ti, Tsukasa-chan.
—¡No hasta que me escuche!
—¡Suo~ que me estás tirando...!
—¡U-uah...!
El hecho de estar practicamente tirándose de los pelos (o de la ropa, según se mire) sumando a que ni sabían dónde miraba, hizo que ambos cayeran al suelo, quedando el menor, encima de Leo. En otra ocasión, el de ojos verdes se habría reído, y Tsukasa se habría vuelto a enfadar, pero esta vez ocurrió algo que logró que todos se quedaran en silencio, incluidos los dos que se estaban peleando.
—... Qu... Qué... ¿L-leader?
—... ...
Probablemente por tenerle agarrado tan fuerte de la camisa, o al caerse, el pecho del mayor había quedado al descubierto. Y si eso era raro, era porque estaba vendado, notándose bajo estos dos bultos que estaba claro que no pertenecía a la anatomía masculina.
—... Oh no. —Arashi se llevó una mano a la mejilla, preocupada porque aquello se descubriera. Poco después, fue a ayudar a ambos a levantarse.
—Uh... qué ha pasado, no me entero... —Por su parte, el moreno había estado atolondrado intentando dormir, así que no supo qué ocurría. Izumi, para variar, era el que más hastiado estaba.
—Aaah... Esto es molesto. Pero bueno, algún día iba a enterarse.
Tsukasa estaba confuso, e iba a seguir estándolo una buena temporada.

Los eternos minutos pasaron y ahora que todos estaban calmados y sentados, empezarían a hablar. El menor había pasado de confusión a vergüenza, bueno, seguía confuso... Pero el hecho de tener delante, tan de cerca, el cuerpo de una mujer de aquella manera, le hacía pensar que era una deshonra para su familia, para variar.
—... En... entonces. A ver si logro entenderlo... ¿Leader es una mujer de verdad?
—Es que quieres verlo otra vez como prueba, ¿no-va-to?—Leo sonrió de forma leve, era obvio que sólo buscaba picarle.
—... No, por favor. Y no me llames así, tengo nombre y es Tsukasa Suou. —A pesar de la vergüenza, aún podía quejarse ante las provocaciones del mayor.
—Lo sentimos, Tsukasa-chan. Queríamos decírtelo pero no encontrabamos el momento...
—O que estábamos viendo a ver lo que durabas con nosotros y si debíamos decírtelo.
—¡Ritsu-chan! ¡No digas esas cosas!
—Ku ku ku, que era broooma.
—No bromees con eso, Ritsu-senpai, por favor.
—Ea, ea, no pongas esa cara, Suekko-chan~ —Ya que Ritsu estaba cerca del menor, no tardó en acariciar su cabeza con cuidado. En otra ocasión se habría quejado, pero ahora sólo le dejó hacer. Quizás lo necesitaba.
—Dejémonos de tonterías y vayamos al grano. —Esta vez, fue el de ojos azules quien habló.— La cosa es, que como bien sabrás, Kasa-kun, no pueden entrar chicas en el curso de idols. Así que si los profesores se enteran... no, si alguien más se entera, expulsarán a Leo-kun. Y no queremos eso, así que procura no irte de la lengua.
—Hm hm, eso es ~ No me he tirado tres años así para que me lo fastidies tú, Suo~ —La ahora líder de Knights, no pudo evitar mirar de reojo a Izumi, con una sonrisa en sus labios.— He he~ Hacía mucho que no oía ese nombre, Seeena ~
—Tú a callar, anda... —Izumi desvió la mirada, simplemente.

Antes de responder, Tsukasa se había fijado en ambos, o más concretamente, en su senpai modelo: parecía el más preocupado por aquello, aunque sólo gruñera o se quejara... Parecía el ser más dolido ante la idea de perder a Leo una segunda vez. Y conociéndole lo que le conocía y lo que había oído, sabía que no eran imaginaciones suyas. Por eso, y sólo por eso, se esforzaría.
—Of... of course. Haré todo lo posible para que esto no se sepa. Sinceramente, aún me parece extraño todo esto, es como si fuera un sueño raro... Pero no quiero que nada malo le ocurra a Knights. Así que, yo, Tsukasa Suou, promete comportarse.
—Buen chico ~ —Habían vuelto a tocar la cabeza de Tsukasa, pero como esta vez se trataba de Izumi, se calló de inmediato. ¿Cuántas veces quiso que le tratara bien? Estaba claro que no lo iba a desperdiciar.
—Gracias, Suo ~ —Leo volvió a sonreír, ya estaba muchísimo más tranquila.— ¡Y al menos ya puedo ser yo delante de vosotros! ¡Wahaha~!
—De nada, leader, supongo. Aunque hay algo que me escama desde hace rato... Si eres una mujer, ¿cuál es tu verdadero nombre? Leo suena un tanto... masculino.
—Ah no, ¡ni de coña lo diré! ¡Que te vas a reír! Grrr, ¡para vosotros soy Leo y ya!
—Arara. Me temo que eso no lo sabemos ni nosotros... Sólo Izumi-chan lo sabe, Ousama es así.
—¡Sena, como digas algo te pateo!
—¡¿Ah?! ¡¿Tú quieres que te mate?!
—Mira, ya me estáis dando dolor de cabeza... —Esta vez se quejó Ritsu, que se había apoyado en el menor. El pobre Tsukasa, ya tenía una cara de circunstancia terrible.

I will love you no matter whatWhere stories live. Discover now