Es increíble la dualidad que posees. Un momento puedes ser el más sexy, protector, posesivo, celoso, agresivo, rebelde, serio y callado; y al otro, eres el chico más dulce, sensible, extrovertido, tierno y risueño. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que sólo yo conozco cada una de tus facetas. Eres perfecto en todos los sentidos.
Estaba muy nervioso, por fin hoy volvía a tu lado. ¿Aún me querrías? En dos años apenas y charlamos; mi padre me mantenía ocupado en todas las maneras posibles que me era casi imposible mantenerme en contacto contigo.
Los nervios se apoderaron de mí. No sólo te vería a ti, mi madre esperaba por mí. Por supuesto que la extrañaba, tenía ganas de que me estrechara entre sus brazos y me brindara cariño materno, justo lo que necesité.
Al bajar del avión e ingresar a sala de espera... te vi. Tan lindo como te recordaba. Tu cabello era más largo y de color pelirrojo, recogido con una bandana; te daba un aire maduro, sexy y serio. No podía creerlo, estabas justo ahí, mirándome fijamente. Sonreí con timidez, metiendo las manos en los bolsillos de mi sudadera.
Sonreíste y mi corazón se agitó. Aquella sonrisa tan perfecta, adorable y tan tuya.
—¡Jungkookie! —gritaste y yo me sentí morir. Tu voz era aun más grave de lo que recordaba.
Con aquella expresión en tu rostro, ahora lucías como un niño pequeño. Tus ojos cerrados, tu amplia sonrisa mostrando tus dientes y tus mejillas ruborizadas. ¿Cómo podías lucir tan rudo y luego tan tierno?
La gente nos observaba. La chica que venía junto a mí en el avión se acercó para decirme algo. Tú me rodeaste con tus brazos, indicando que yo era tuyo y tú mío.
Incluso mirabas con amenaza a quienes me miraban a mí, demostrando lo posesivo que podías ser.
Te amo porque conmigo no tienes miedo de mostrar cada faceta tuya. Eres tú en mil maneras, de quien me enamoré.
ESTÁS LEYENDO
Diez razones de por qué te amo. By: JK «TaeKook»
Fiksi PenggemarEra un día cualquiera cuando te conocí. Era una tarde cualquiera cuando supe que te amaba. Y era una noche cualquiera cuando escribí esto. No conseguía dormir y la única cosa que tenía en mente eras tú preguntándome por qué te amo. Así que aquí est...