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Abrí mis ojos ya qué escuché un sonido. Me levanté y me senté en la esquina de la cama. Miré a Mina quien aún seguía durmiendo. Tomé mi teléfono y tenía varias llamadas perdidas de los chicos. Había olvidado qué tenía que ir para discutir quien sería las chica que habían pasado las audiciones.

"Maldicion," dije.

No sabía que hacer ya qué no tenía a nadie con quien dejar a Mina. Mis padres estaban ocupados y no quería molestarlo. No podía llamar a Jin porqué tal vez él ya se había ido con los chicos. No tenía otra opción más qué llevarla conmigo.

"Mina," dije.

Ella solo se movió pero no despertó.

No quería despertarla.

Tomé mi teléfono y le marqué a Jin. Tardó para contestar pero después contestó.

"Jin," dije en voz baja para no despertar a Mina pero Jin no podía escucharme ya qué se escuchaba ruido.

"Jimin, no te puedo escuchar. Los chicos están haciendo mucho ruido," lo escuché al otra lado del teléfono.

"Jin...." dije pero después la llamada se corto o colgó.

Tenía qué estar ahí para qué la chica se quedara. Quería seguir viéndola.

Le llamé a los otros chicos pero ellos no me respondieron. Me estaba desesperando. Aventé el teléfono al suelo haciendo qué Mina se levantara.

"¿Qué pasa?" Preguntó aún dormida.

"Segue durmiendo. No pasa nada," respondí.

Ella se levantó y se sentó en la cama. Su cabello estaba todo despeinado. Se empezó a tallar los ojos.

"¿Que pasó?" Repitió.

"Es qué tengo que ir a la empresa y no tengo nadie qué te cuide," expliqué.

Ella se quedó pensando por un momento pero después sonrió. Sabía que tenía una idea porqué cada vez que sonría de esa manera era porqué algo traía en mente.

"Me puedes llevar con mi tía Yuri," ella dijo.

"¿La mejor amiga de tu mamá?" Pregunté.

"Recuerda qué en el funeral de mi mamá te dijo qué podías contar con ella para todo," Mina dijo.

Me había olvidado por completo de Yuri. Ella siempre estuvo con nosotros cuando Jessie murió. Ella cuido de Mina y de Ángel cuando Jin y yo no estábamos en buenas condiciones pero eso fue hace mucho tiempo. Me sentiría raro de hablarle ahora después de mucho tiempo.

"No sé," dije pensativo.

"Quiero verla," Mina insistió.

"Está bien. Le voy hablar y decirle qué venga para acá para qué tú no te muevas mucho para recuperarte."

Tomé mi teléfono de nuevo y busque su número. Solo esperaba qué su número siguiera siendo el mismo.

"¿Hola?" Se escuchó una voz de mujer al otro lado del teléfono.

"Yuri, soy Jimin." Respondí de inmediato.

Se escuchó una pequeña risa.

"¡Dios mío! ¡Jimin! ¿Como estás?"

"Gracias a Dios bien," respondí.

Mina me miró sonriente.

"Me alegra. ¿Que pasa? ¿Todo bien?" Ella preguntó.

"Solo llamaba para pedirte qué me cuidaras a Mina. Hace unos días tuvo un accidente y no va a la escuela. Nada grave por cierto pero tengo qué irme a trabajar," expliqué por el teléfono.

"Claro que sí. En unos 15 minutos estoy ahí," dijo ella.

Sonreí.

Minutos después golpe el teléfono y corrí a bañarme. Me tuve qué bañar y arreglarme rápido. Bajé las escaleras cuando escuché el timbre. Me dirigí a la puerta y la abrí. Era Yuri. No podía creer qué tan bella se había puesto. Era hermosa pero ahora era más qué hermosa. Ella me abrazo y beso mi mejilla.

"Perdón pero no tengo mucho tiempo para platicar," dije.

"No te preocupes," dijo ella.

Tomé mis llaves y mi abrigo. Estaba apunto de salir cuando había olvidado decirle algo.

"En el closet de la cocina hay un bote con dinero para qué puedan pedir comida," dije.

Ella sonrió y después me empujó así la puerta.

"Ya vete qué se hacer tarde," dijo Yuri.

Me puse mi abrigo y después salí cerrando la puerta detrás de mi.

Seré Un Buen Padre, Lo Prometo  2 Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora