Amor, un error fatal.

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Es tan bella, nunca había visto un ser tan hermoso como aquella mujer, su larga cabellera pelirroja daba la impresión de ser fuego, sus ojos eran de un hermoso verde esmeralda y ni hablar de sus labios que expresaban pasión. Ella estaba al borde de mi cama...

Me tallé los ojos para matar esa ilusión, pero al parecer era real, me senté para contemplarla de una manera más delicada.

Quise tocar su piel pero al rozarla me quemé como si fuera algo prohibido, su sonrisa era algo que jamás podré olvidar, no podía controlar el deseo de besarla y jamás soltarla. Su fragancia era maravillosa y exótica a la vez.

Se acercó a mi mientras sostenía la mirada conmigo cuando alcancé a escuchar su dulce voz decirme:

-Ten cuidado con el amor, puede ser tan peligroso como un demonio...

-¿Y cómo saber el peligro que corro al estar con un demonio?-Dije aparentando no estar perdido en ella.

-Bésame-Dijo mientras entrelazaba sus manos con mi cabello y me atraía hacia su cuerpo.

Aquel momento no lo recuerdo muy bien, había muchas cosas que no eran normales, eran alucinaciones donde ella y yo estábamos juntos siendo una pareja, parecíamos enamorados... Cuando ella se alejó de mi boca regresé a la realidad donde vi su cuerpo caminando a la salida, un sentimiento de terror entró en mi al saber que tal vez ella nunca regresaría.

-Ahora sabes que es estar con un demonio Alexander.

-¿Qué?-Comenté muy exaltado.

-Soy Amanda y soy tu demonio desde hoy.

...

Fue desde esa noche donde todos mis sueños y pesadillas giraban acuerdo a un sólo nombre: Amanda.

...

Son aproximadamente las 6:00 am y es hora de preparase para asistir al colegio, me levanto y salgo de mi habitación para tomar un baño. Mientas abro las llaves del agua sacudo un poco mi cabello negro, cuando entré al agua sentí mucha relajación pero una especie de visión la interrumpió, era ella otra vez, mirándome y posteriormente besándome... Sabía que debía olvidarla pero había algo que la ataba a mi.

Traté de ser indiferente con lo sucedido en la ducha y comencé a vestirme, primero los pantalones de cuero, luego la playera de "Megadeth", la chamarra de cuero y posteriormente mis tenis tipo bota negros.

Me dirigí al espejo y noté que mis ojos verdes hoy se veían un poco azules pero pensé que era a causa de la mala noche que pasé, acomode un poco mi cabello y por fin tomé mi mochila para dirigirme a la escuela.

Saliendo de casa caminé tres cuadras para llegar a la estación del autobús que me llevaría a la escuela, la calle parecía tranquila a pesar del día nublado.

Esperé por diez minutos el camión junto con una chica un poco regordeta que no conocía, de reojo vi a alguien que caminaba por el otro lado de la acera, sin embargo no presté atención. Pero algo me obligaba a enfocar mi vista. Era ella, otra vez, portaba un elegante vestido negro y corto junto con unos tacones que le brindaban un enorme porte.

Sin importar el autobús cruce rápidamente la calle para reunirme con ella y hacer lo que por semanas esperé volver a hacer... Besarla y esta vez asegurarme de que jamás se separaría de mi.

-Te dije que los demonios somos peligrosos.

-Tu eres diferente- apreciando su bello olor que tanto amaba.

-Tu crees que lo soy, pero en verdad no.

-Te amo Amanda-dije mientras la abrazaba

-Crees amarme, pero esto sólo es una ilusión, como amar a alguien que ni siquiera conoces a fondo. El amor es enseñar lo que es la felicidad y que ella o el te lo enseñe a ti. Yo no te he enseñado nada ni tu a mi.

-Entonces como explicas este inesperado sentimiento, por varias semanas te he deseado y no tengo idea porque.

-Tengo una idea, dame tu alma y te daré un poco de amor.-Dijo ella mientras me miraba fijamente.

-¿Segura?¿Lo prometes?-Comenté ilusionado, imaginando la felicidad que me esperaba.

-Yo nunca bromeo con cosas así.

. . .

Así pasaba el tiempo y Amanda me visitaba de vez en cuando, al pie de mi cama, a pesar de ya conocerla, siempre me enamoraba de nuevo.

Notaba su indiferencia, pero nada importaba si ella era mía.

. . .

Vendí mi alma a ese demonio con rostro de ángel, una visión de una mujer con el toque del diablo.

No puedo amar.

No puedo ser amado.

Han pasado casi trescientos años desde aquella fatídica y hermosa noche.

Soy Alexander y no puedo morir.

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¿Qué tal?

Demonio de amor es una historia corta sin ninguna continuación.

Espero les haya agradado y sí es así, por favor háganmelo saber.

Saludos (:

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2014 ⏰

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