XIV

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"Jungkookie, sonríe un poco."

la molesta voz a su lado chirrió.

"No me llames así."

Jungkook respondió bruscamente, mirando a través de la ventana desinteresadamente mientras estaba sentado en el asiento trasero del Mercedes negro.

"Awww vamos, estás haciendo triste a Jihyunie..."

la chica en el asiento junto a él hizo un puchero, pronunciando cada palabra con una voz demasiado falsa y cursi que puso a Jungkook aún más irritado.

"Deja de referirte a ti misma en tercera persona. Estás en la universidad, al menos actúa como un adulto."

Jungkook le gritó a la chica junto a él que se cruzó de brazos, sin molestarse por sus palabras, enfurruñada aún más cuando dijo.

"¿Por qué siempre eres tan malo conmigo?~"

Jungkook podía sentir cómo se formaba la vena en su frente mientras giraba para dispararle a la chica la mirada más desagradable posible, cada palabra de él era venenosa.

"Porque eres una loca psicópata que me chantajeó y me arrastró a esto."

"No te chantajeé. Simplemente te hice una oferta imposible de rechazar."

La chica le dijo indiferente y le sonrió como si fuera la persona más dulce del mundo.

Jungkook tuvo que clavar sus uñas en sus palmas con tanta fuerza que comenzaron a sangrar solo para evitar estrangularla en ese mismo momento.

"Estamos aquí, vámos"

dijo la chica tranquilamente, saliendo del auto.

Jungkook cerró los ojos, masajeándose las sienes y murmurando en voz baja:

"Puedes hacerlo. Solo por esta noche. Vale la pena si es por Jimin."

Salió del auto, cerró la puerta y procedió a caminar por la alfombra roja que estaba en la escalera que conducía al Centro de Arte Gana.

Oyó una tos detrás de él y se dio la vuelta.

El pequeño demonio rubio estaba parado al pie de la escalera y golpeaba su pie con impaciencia.

"¿Qué?"

Gruñó y ella extendió su mano para que él la tomara.

"Recuerda, tuvimos un trato."

Él puso los ojos en blanco y tomó su mano, guiándola hacia las escaleras.

Odiaba este tipo de eventos formales llenos de hipócritas disfrazados con sus sonrisas falsas, buscando solo algún tipo de oportunidad para ganar más dinero, como si no tuvieran ya suficiente.

Sin embargo, esta vez era él quien necesitaba ser uno de esos hipócritas, pensó amargamente al entrar al gran salón lleno de gente con atuendos elegantes, sosteniendo copas de champaña en sus manos mientras conversaba en grupos alrededor de mesas altas de cristal.

"¿No es sorprendente?"

Habló la chica a su lado, y si no fuera por ella apretando su mano persuadiéndolo para que responda, él ni siquiera habría recordado que ella estaba a su lado.

"Solo para gente como tú."

Jungkook respondió venenosamente, y frunció el ceño, preguntando.

"¿Que se supone que significa eso?"

Pero Jungkook decidió ignorarla.

Él ya estaba enfermo y cansado de todo esto.

Odiaba este mundo, el mundo de su padre.

Head over Heels » KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora