Amigos, era algo para lo que no estaba hecha, al menos no los físicos, aquellos de este plano, los adultos, lo llamaron imaginación, los de mi edad me llamaron loca, al menos es lo que comprendía en sus palabras a medias, los médicos me llamaron esquizofrénica, los cristianos me tacharon de satánica y lo peor es que mi madre vio un objeto de estudio además de una herramienta para sus investigaciones.
Solo un ser estuvo ahí cuando lo necesite, solo él logro entenderme y explicarme el porque es que podía salir de mi cuerpo humano o realizar un escape mental, como él le llamaba; lo que realmente tenia era un don, capacidad, poder, como quieran llamarlo para mí no era más que lo que me condenó a mi solitaria vida escolar y a ser el centro de una o más bien varias investigaciónes, aunque también me condenó a conocerlo a él, pero es mejor contarles desde el principio para que tengan un poco de contexto.
Último año de preescolar, había salido del cuerpo repentinamente de nuevo, los presentes se asustaron como de costumbre, pero solo supe eso ya que me fui del lugar incluso de la ciudad, levite vagando en el bosque fuera de la ciudad observando el maravilloso paisaje hasta que choque con alguien, con algo, con un ser extraño que solo creía que mi imaginación podría crear.
-Ten cuidado - Dijo molesto mientras me observo con curiosidad.
-Lo lamento - Un pesado pero corto silencio se hizo presente -¿Eres real o imaginario? - Logré preguntar.
-Obviamente soy real - Dijo altanero aún con molestia.
- Me coloque de cabeza como si al hacerlo lograra observar mejor los detalles -Por donde lo vea eres solo un triangulo, pareces el de los dólares, el de la organización illuminati o algo así.
-¿Te molesta? - Dijo mas molesto, obviamente mi presencia le era un inconveniente -¿Qué eres?
-Diría que soy humana, al menos mi cuerpo lo es aparentemente - Respondí con claridad pese a mi corta edad, pero después de todo ya estaba acostumbrada a tratar con adultos.
-Un humano normal no podría hacer un escape mental por su propia cuenta y sin ayuda - Se notaba menos molesto y más interesado de alguna forma.
-¿Ah?, ¿En serio?, no me digas, por lo que he investigado deberías saberlo todo o algo así, algunos te tienen como un dios, pero otras culturas como un demonio misma descripción diferentes nombres - Lo mire por un momento -¿Cual es tu nombre?
-Bill Cipher y me estas haciendo perder mi tiempo niña - Volvió a notarse molesto por mi pregunta.
-Si, lo sé, mi nombre es Angle Moons, solo una pregunta más, ¿Sabes por qué puedo dejar mi cuerpo?
-Me miro por unos segundos -Debo irme, tengo cosa importantes que hacer.
-Esta bien no te detendré "Oh gran dios del conocimiento" - Dije haciendo ovaciones en forma de burla - Por ahora no volveré a esa ilusión a la que llaman realidad - Me recosté en el aire para disfrutar de la calma antes de que fuera devuelta a mi cuerpo a la fuerza.
-Una ilusión - Repitió cómo si considerará algo o como si le fuera familiar y sin más desapareció.
Esa fue la primera vez que lo vi, no creí mucho en que fuera real puesto a que ya había tenido un amigo imaginario por lo que creí que tal vez era eso una ilusión de mi cerebro para no sentirme tan miserable a tan corta edad, pero no fue la única vez que lo vi, volví a encontrarlo muchas veces, aunque seguí creyendo que solo era imaginario, a veces hablaba de un tipo que había sido su socio al cuál le decía "Seis Dedos".
-No estas enferma, lo que posees es una habilidad y una imposible para los humanos, además de que aún no has manifestado todo lo que eres capaz de hacer - Nos encontrábamos en mi habitación, afortunadamente en lo que se supone era mi casa, mi edad poco más de 9 años.