Nos encontramos en el aeropuerto algunas personas se me quedaban viendo, esto captaba la atención de mi madre quien me dirigía una mirada desaprobando a mi persona por llamar atención innecesaria, en estos momentos me gustaría manipularlos para que me ignoren y evitarme los problemas que vendrían después, pero hacer cualquier uso de mis habilidades más allá de mis supuestos límites haría que mi madre me encierre de inmediato en el laboratorio nuevamente, se bien que mis ojos incluso mi cabello son extraños, pero no por eso los ajenos tienen que verme como si fuera un maldito fenómeno, anteriormente me veía obligada a usar lentes de contacto, aunque logré que al terminar la preparatoria a los catorce dejar de usarlos obligadamente, no fui a universidad exactamente, prácticamente pase directamente a "ayudar" a mi madre en sus investigaciones, ahora son casi 7 años desde entonces.
Mi madre se ha asociado con el sujeto hace apenas un año, quizás un poco más del año, este trata de encontrar una explicación científica a lo paranormal y vaya que lo ha logrado con sus investigaciones, mi madre me hizo leer sus libros al respecto creyendo que tal vez podría encontrar algo más por mis habilidades, por lo que sé él vendrá por nosotras, pero ya se ha tardado, lo veo en la poca paciencia que le queda a mi madre.
—Madre, ¿De que trata esta investigación? - Trate de preguntar para distraerla antes de que se desquite conmigo.
—Angle... - Me miró analizando mi existencia un momento antes de continuar —Ya deberías descansar un poco y hacer algo de acuerdo a tu edad -Espere de todo, menos eso —Te he traído para que te diviertas es verano después de todo - Su sonrisa llena de falsa amabilidad hablaba por ella, no me incumbe, pero me quiere cerca.
—Esta bien, pero si necesitas ayuda dime - Respondí con el mismo cinismo.
—¡Isabel! - Un grito moderado y grave llamo nuestra atención, pronto el individuo de edad avanzada se nos acercó.
—Stanford, que bueno verte, ya me estaba preocupando.
Si claro, lo único que te preocupa es tu investigación.
—Empezaba a creer que algo había ocurrido en el camino - Empezaron a conversar amenamente por unos minutos.
Simplemente me quedé sentada en mi maleta, solo escuchando sin poner demasiada atención, aunque logré ver por el rabillo a otro par de individuos, posiblemente de la misma edad.
—Angle -Me llamo con aquel tono oculto de orden —Hija ven saluda no tienes de que preocuparte.
Cómo de costumbre me hacía ver cómo alguien frágil, como si realmente le preocupara, tras un suspiro me levanté sin ganas para acercarme.
—Así que ella es la pequeña Angle - Hablo el sujeto mientras me acercaba.
—Por favor no me llame pequeña - Pedí para mirarlo fijamente a los ojos, había algo con aquella palabra una espina que me molestaba, a pesar de que él me llamara así, era diferente con los humanos, con los socios de mi madre.
—Hija tranquila - Su tonalidad sería se hizo presente amenazando —Ellos son los Pines - Mi vista se dirigió a los dos jóvenes para finalmente verlos de frente.
—Wow... - El tono de sorpresa y emoción se hicieron presentes en la chica con el dije de una estrella fugaz - Son algo curiosos - Su cercanía solo me obligó a dar un paso hacia atrás —¿No lo crees Dipper?
—Mabel tranquila, no la agobies - El chico con el pino en su playera jalo con delicadeza a su obvia gemela.
—Asi que sus nombres son Dipper y Mabel - Sonreí ligeramente.
—Bueno, su nombre es Mason, pero le decimos Dipper - Menciono la chica animada.
—¡Mabel! - Le llamo en un reclamo.
