Capítulo 7: Ajedrez.

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Se escucha el silbato del árbitro que marca el final del juego de basquetbol, Jericho hace un último tiro de tres puntos y lo anota, dándole así la victoria al equipo, todos celebran y gritan su nombre. Desde las gradas Zam y Chris aplauden el triunfo de su amigo.

Ya en el pasillo del estadio.

- ¿Qué tal si vamos por algo de comer para celebrar? No se ustedes, pero yo muero de hambre. Dice Jericho mientras camina y bota un balón de basquetbol.

-Por mí no hay ningún problema, de hecho, hay un puesto de comida rápida por aquí cerca donde te sirven unas hamburguesas gigantescas.

Los dos chicos, observaban a Zam y comienzan a reír a carcajadas.

- ¿Dónde guardas toda esa comida Zam? No me explico como a ese cuerpo tan pequeño le caben tantas hamburguesas, pizzas y alitas.

-No olvides mencionar las sodas de un litro que suele tomar.

Bromeaban Chris y Jericho, mientras que los tres entraban al auto de Zamantha.

-Sigan riéndose y los aventare desde el puente Cristal. Además, no es mi culpa que yo si sepa disfrutar la buena comida.

Zam enciende su auto y salen del estacionamiento, la noche pareciera normal, se respiraba un pequeño aire de tranquilidad en toda la ciudad. Zamantha observa a Chris con una cara de angustia, han pasado cuatro días desde aquel incidente en la fiesta y pareciera que aún le preocupa bastante.

Los tres llegan al puesto de comida rápida, un lugar adornado con luces amarillas y rojas, nada fuera de lo normal, el estilo de construcción de aquellos puestos de comida seguía siendo los mismos que en los años cincuenta.

-Oye Jericho me das cinco minutos con Chris tengo un asunto pendiente con él.

Jericho ríe y abre la puerta del auto.

-Ya cásense por el amor de dios.

Zam responde levantando el dedo de medio. Chris suspira y dice:

-Ya se lo que vas a decir Zam, pero no puedo estar tranquilo, cada hora que pasa, cada maldito minuto me siento mas culpable. Sino hubiera sido por mis actos estúpidos hubiera salvado a la hija del director bancario y si yo...

Chris es interrumpido por la explosión de la burbuja de chicle de Zamantha.

-Los drones detectaron actividad en una joyería, entran como si nada roban solo las bóvedas de plata, nada de diamantes, joyas o cosas de oro, otra cosa extraña es que pareciera que los policías se ocultaran de ellos. Sino me equivoco, siguiendo este patrón estos tipos irán por aquí, en Blue Zone donde tienen una gran bóveda de plata, tal vez quieras ponerte tu disfraz e investigar mañana en la noche. ¿Qué te parece?

Chris sonríe un poco.

-Si está bien.

Zam abre la puerta de su bello auto blanco.

-Vamos con el idiota de Jericho.

Chris ríe un poco.

-Si vamos.

Los dos caminan hacia el establecimiento.

Mientras tanto lejos de ahí en el gran edificio de King.

-Elizabeth, ese sujeto ya hizo todas las transferencias, mis socios no tardan en preguntar cómo va la situación en este lugar.

King se encontraba en su escritorio como es costumbre, con su respectivo baso de wiski. Cerca de el una joven de tez blanca, alta, de lentes, y unos ojos tristes que combinan bien con sus labios delicados y delgados.

Smile.Where stories live. Discover now