Derek llevaba horas despierto, acostumbrado a despertar a primera hora de la mañana y entrenar como siempre había hecho, siempre la misma rutina. Recientemente, la única diferencia en su vida era que compartía su cama con cierto adolescente pecoso de dieciocho años.
Stiles había logrado encontrar la forma de alcanzarlo y derribar sus más fuertes barreras, llegando hasta su corazón con su verborrea incansable, su comida, su lealtad y apoyo hacia él y la manada. Stiles era su pareja, su ancla y su mano derecha "la mamá de la manada" recuerda a Erica llamarle así. Stiles ahora era su todo y Derek, en momentos como ahora, sentado en el sofá del loft sosteniendo una taza con café que tenia escrito: "el mejor sourwolf alfa", se preguntaba cómo un niñato se volvió tan importante en su vida; y la única respuesta que obtenía era: Porque Stiles era Stiles. Alguien valiente, fuerte, de confianza y divertido.
¿Quien mejor que él podía ser su pareja? Nadie, Derek sabia que nadie podía ocupar el lugar de Stiles nunca. Sólo ese torpe pecoso con problemas de mantenerse quieto podía ocupar un puesto tan importante en su manada. Stiles era el pilar más fuerte, su mano derecha, siempre apoyando a todos y sacrificándose por ellos sin pensarlo. Porque Stiles los amaba a todos, tenia el corazón lo suficientemente grande para tenerlos a todos y sobre todo a Derek, que mantenía un lugar especial.
Hale tomo un trago de su café. Que Stiles fuera tan importante no pasaba desapercibido para los enemigos. Si, era valiente y fuerte, pero era un humano frágil a comparación a los enemigos sobrenaturales que enfrentaban. Eso era lo que le disgustada a Derek últimamente; Stiles, cada vez que enfrentaban un problema, era el objetivo del enemigo. Ellos no eran ciegos, Stiles era el eje que mantenía esa manada junta, sin él todo se desmoronaría. Y lo habían confirmado con su último enemigo.
El Nogitsune había sido inteligente, había aparecido en silencio y atacado directamente a Stiles, manteniéndose calmado y debilitando al chico hasta ver el momento perfecto para hacer presencia e iniciar con sus movimientos. El zorro sabia que nadie sospecharía del débil humano a la primera ¡Ni siquiera el mismo Derek lo sospecho cuando los gemelos se lo dijeron! El Nogitsune sabia, además, que nadie se atrevería a lastimar al niño. Derek aun se auto regañaba por no haberlo notado antes ¡Era Stiles, su pareja! Derek debía haberlo sabido al momento, pero no había estado pendiente de él por estarse preocupando por Cora. Dejo que Stiles se hundiera cada vez más en el juego mental del zorro, cayendo por completo en su trampa. Y el Nogitsune creyó ganar, pero no contó con que la separada manada se uniría para salvar a su humano.
Todo había terminado cuando Scott mordió al Nogitsune en Stiles. Habían salvado a su humano, el eje que los mantenía juntos, y aunque físicamente Stiles no estaba lastimado a gravedad, mentalmente era diferente.
El hijo del Sheriff había vuelto a caer en malos sueños, pesadillas donde el Nogitsune regresaba o que jamas se había ido. Dormía menos por miedo y sus ataques de pánico habían aumentado aun tomando las pastillas para su TDAH. Stiles aseguraba estar bien ante la manada y sonreía despreocupado mientras hacía bromas, pero su padre sabia la verdad y Derek sospechaba que algo le pasaba. El Sheriff luego confirmó las sospechas sobre Stiles a Derek, y él lo enfrento como el pecoso lo había hecho cuando Derek aun estaba encerrado en el pasado con miedo a tener una manada.
Stiles negó estar mal hasta que Derek le obligo a quedarse a dormir en el loft y tuvo que despertarlo de una pesadilla que se volvió un ataque de pánico. Desde entonces el Sheriff le pidió ayuda para cuidar a Stiles, y él chico terminó mudándose con Derek como la pareja que eran. Estar juntos por las noches pareció ayudarle, hablar de las pesadillas también lo hacía y también tuvo el apoyo de sus amigos cuando les confeso que le pasaba. Stiles mejoraba y regresaba a ser él mismo de siempre, el verdadero él.
Pero había ocasiones —esas pequeñas ocasiones en las que Derek se sentía impotente por no poder prevenir y evitar las pesadillas de Stiles —, donde el pecoso tenia esas pesadillas que le despertaban de golpe y no lo dejaban volver a dormir. Derek odiaba ver a su pareja triste cuando eso pasaba, Stiles despertaba de esas pesadillas siempre deprimido, como olía estaba pasando esa mañana.
El olor a la tristeza de Stiles le golpeaba el pecho y le dolía más que cualquier golpe que Derek hubiera recibido. El estado depresivo y triste de Stiles era una visión más dócil y tranquila del chico, al punto de darle miedo a cualquiera que conociera realmente al hiperactivo pecoso. A veces Stiles ni siquiera se levantaba de la cama, como Derek creía sería ese día, pero por suerte era domingo y no tendría que ir a la escuela.
Derek se levanto del sofá dejando la taza de café en el fregadero para luego dirigirse a su habitación, deseando no tener un olfato de hombre lobo que le hacía ahogarse en el aire lleno de la tristeza de Stiles. El castaño ya estaba despierto cuando Derek entro a la habitación.
Stiles aun se mantenía bajo las sabanas y no se había movido ni un poco cuando escucho al lobo entrar, había tenido una de esas pesadillas que se sentían tan reales que le asustaba aún cuando despertaba. Desde que se había mudado con Derek y afrontado las cosas, había mejorado bastante, sin embargo a veces tenia malos días como ese, donde el mal sueño le quitaba las energías y las ganas siquiera de salir de la cama. Por suerte ya había terminado todas sus tareas y era domingo, podía quedarse hundido entre las frías sabanas y su miseria. Pero claro, su lobuno y sexy novio hombre lobo no lo dejaría solo con su desánimo.
Derek evitaba dejar solo a Stiles a toda costa cuando caía en esos estados, lo que agradecía el castaño, porque las noches que paso en su casa —solo porque su padre trabajaba —despertaba entre gritos y dificultad para respira; no eran ciertamente las mejores noches.
—Buenos días, Stiles.
—Buenos días, Derek —respondió el saludo sin levantar la cabeza de la almohada.
—¿Qué tal si te levantas y desayunamos? —intento convencer al menor. Stiles negó —¿Pesadilla? —el adolescentes asintió. Derek no era el que mantenía las conversaciones en esa relación, por eso cuando Stiles entraba en ese estado poco cooperativo verbalmente, Derek sentía frustración.
Pero el siempre sabía que hacer para hacerlo sentir mejor cuando estaba así.
Si le preguntaban a la manada quien de los dos era el más cariñoso en la relación, todos responderán que Stiles es el mas pegajoso y demostrativo, pero en realidad, a puerta cerrada cuando estaban solos y la manada se iba, Derek era quien tomaba a Stiles y lo mantenía pegado a él lo que restaba de día, alegando que: "olía mucho a la manada y poco a él" lo que le hacía convertirse en un gran lobo de peluche cariñoso y posesivo que no dejaba de abrazar, besar y rozar su barbilla por el cuello y mejilla de Stiles.
—Espera aquí —le dijo el hombre a Stiles, inclinándose lo suficiente para besar tiernamente la frente del chico.
Bien, Stiles odiaba rotundamente cuando se desanimaba por sus pesadillas y despertaba sin ganas de nada, pero amaba cuando Derek se volvía un gran caramelo amoroso. Stiles a veces hasta pensaba en fingir estar triste a propósito, sólo para ganarse algunos mimos de su novio que no vinieran con un gruñido de "yo soy Derek Hale, el alfa más alfa de todos y no doy mimos o soy dulce frente a las demás personas o la manada"
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Que hacer en caso de un Stiles triste.
Fiksi PenggemarDerek sabe muy bien que hacer cuando su pareja esta triste.