we met again

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(Si vieron la temporada 5 encontraran grandes cambios)

No, Lexa, te amo —dijo Clarke, su voz quebrada.

Yo también, Clarke —respondió Lexa con la firmeza que la caracterizaba. Recuerda que siempre estaré contigo —añadió antes de partir a enfrentarse a los zombies de ALIE.

Clarke entró por la puerta, sintiendo que una parte de su alma moría con cada paso. Con la determinación de siempre, destruyó a ALIE, cerrando un capítulo importante en su vida.

Seis años después...

El Primfaya había pasado, dejando su rastro de destrucción, pero el mundo seguía adelante. Hoy, al igual que todos los días, estaba con Madi, tratando de liberar a los sobrevivientes del búnker. Madi, una natblida que encontré en el valle, me recuerda tanto a Lexa: es astuta, visionaria, inteligente y protectora. A lo largo de los años, nuestra relación se fortaleció hasta el punto de considerarla mi hija.

—¡Clarke, mira! —exclamó Madi, señalando al cielo. ¡Una nave! ¿Son ellos?

Estaban descendiendo, y Clarke no pudo evitar sonreír al reconocer a los suyos. Bellamy, Raven, Emori, Harper, Monty, Echo y Murphy.

—Sí, son ellos —respondió, emocionada.

La nave aterrizó, y Raven, como una ráfaga de energía, corrió directo hacia Clarke, abrazándola con fuerza.

—Te extrañé, rubia —dijo entre risas, su tono serio cambiando por un momento. Clarke, dime que todavía tienes la flama —preguntó con una mirada fija.

—¿Por qué? —Clarke preguntó, sorprendida.

—Bien, chicos, bájenla —ordenó Raven, mirando a los demás. Madi y Clarke intercambiaron una mirada confusa, hasta que…

—¿Lexa? —preguntó Emori, sorprendida al ver el cuerpo de Lexa, que no llevaba su ropa habitual y parecía estar en un estado de sueño profundo.

—Encontramos una estación de Polaris en el espacio, que estuvo a la deriva por un largo tiempo —explicó Monty, viendo la confusión en los rostros de todos. Allí había una máquina que almacena la "mente madre" de la flama. Esta máquina contiene toda la información de quien haya poseído la flama por más de un año, y genera un clon con los mismos pensamientos, sentimientos y apariencia.

—Solo hace falta colocarle la flama, y ella volverá a la vida —añadió Raven.

Clarke no podía creer lo que oía. ¿Podría tener a Lexa de vuelta? La idea la sorprendió, pero también le llenó de esperanza.

—Clarke... —dijo Madi, preocupada por la expresión de su madre adoptiva. Sabía lo que había significado Lexa para ella, pero no estaba segura de cómo manejar la situación.

—Yo digo que no la traigan de vuelta —dijo Bellamy, su tono áspero y celoso.

(Bellamy y Echo no están juntos)

—¿Qué?! —gritó Raven, sorprendida por la reacción de Bellamy. ¡Es la Comandante! ¡Es el amor de Clarke, la persona más fuerte que jamás vas a conocer! Lo dices solo porque estás enamorado de Clarke.

—No lo digo por eso —contestó Bellamy, su tono lleno de resentimiento. Lo digo porque es una maldita traicionera que no le importa nada más que su maldito trasero.

La rabia inundó a Clarke. Se acercó a Bellamy con rapidez, sacando un cuchillo y poniéndoselo en el cuello.

—Vuelve a hablar mal de Lexa y te juro que te corto la garganta —dijo con voz fría, sin titubeos.

—¿Me matarías por ella? ¿Por una persona que no te quería? —dijo Bellamy, claramente celoso.

Sin pensarlo, Clarke le dio una cachetada y una patada en la entrepierna.

—No sabes nada —dijo fríamente. Solo eres un enamorado celoso que no entiende que no te amo, y jamás lo haré.

El aire se volvió pesado con el silencio incómodo que siguió.

—¿Y qué haremos, princesa? —preguntó Murphy, su tono de voz intentando aligerar la tensión.

—La reviviremos. Y si alguien le hace la más mínima cosa a Lexa, les juro que los mataré —dijo Clarke, segura de sus palabras.

—Bien, Clarke, solo tienes que ponerle la flama —dijo Raven, sin vacilar.

Clarke se acercó a Lexa, giró su cuerpo con delicadeza y apartó su cabello, dejando el cuello de Lexa al descubierto.

—Asende superius —pronunció, y la flama entró en el cuerpo de Lexa.

De repente, Lexa inhaló profundamente, abriendo los ojos lentamente.

—¿Clarke? —dijo con voz suave, confundida.

—¡Lexa! —exclamó Clarke, lágrimas cayendo de sus ojos. ¡Estás viva! Acarició su rostro con ternura.

—Te dije que siempre estaría contigo —respondió Lexa, ofreciéndole una de sus medias sonrisas.

Clarke no pudo resistir y la besó con pasión, dejándose llevar por el momento. Estaban casi devorándose cuando escucharon un carraspeo. Era Murphy.

—Princesa, sabemos que extrañaste mucho a tu comandante, pero hay menores y público presente —dijo Murphy, entre divertido e incómodo.

Clarke se sonrojó, y se abrazó más a Lexa, sin preocuparse por el comentario.

—Hola, Lexa, soy Madi, la hija de Clarke —dijo Madi con timidez, causando que los ojos de Lexa se abrieran de par en par.

—Madi es una natblida que encontré hace 6 años. Tenía 7 años cuando la conocí. A lo largo de estos años, nuestro lazo se ha fortalecido, y ella es como mi hija —explicó Clarke, mirando a Lexa con una sonrisa suave.

—Hola, Madi, un gusto conocerte —dijo Lexa, su rostro serio como siempre.

—Bien, Madi, quiero que guíes a todos a la aldea. Yo me quedaré hablando con Lexa —ordenó Clarke.

Raven le lanzó una sonrisa burlona.

—¿Qué te urge, rubia?

Madi, Echo y Lexa no entendían, mientras que Murphy, Emori, Harper y Monty se reían. Bellamy frunció el ceño, molesto.

—Raven, innecesario el comentario —dijo Clarke, con tono firme—. Y además, ¿cómo sabes que quiero hablar con Lexa a solas? Raven iba a responder, pero Clarke la interrumpió—. No es necesario que respondas.

—Bueno, vamos, que Clarke quiere hablar con Lexa —dijo Madi, guiando a los demás.

Mientras se alejaban, Clarke caminó junto a Lexa hacia el arroyo, el sonido del agua corriendo acompañando sus pasos.

En el camino...

—Te extrañé mucho —le confesó Lexa, su voz grave y cálida.

—Yo también, Lex —respondió Clarke, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

—Sabes, Clarke, desde que te vi en la Ciudad Luz, quise hacer esto —dijo Lexa, acercándose a ella con una mirada intensa.

—¿Qué? —preguntó Clarke, sorprendida.

—Esto —con un gesto rápido, Lexa la levantó al estilo princesa, la giró en el aire y finalmente la besó. —Ai hod yu in klark kom skaikru —murmuró, antes de besarla de nuevo con más ímpetu.

—Yo también te amo, Leska kom Trikru —respondió Clarke, acariciando la mejilla de Lexa. Y te prometo que siempre estaremos juntas —dijo, mientras se fundían en un beso lleno de pasión y amor.
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Clexa (one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora