El humo se esparcía dentro de la cueva, su nube gris chocaba como lo hacían los Fuego Dragón con la Madre Verde en aquellas noches frías cuando el dios Jhaelo dejaba caer su manto blanco, se le conocía como Jhinvergno.
Dentro de la cueva, al rededor del fuego, se encontraba mi pueblo, los Mexztic, el nombre proviene de Mexz (Corazón) y Tic o Ticua (Tierra). Ellos están formando un circulo o como el Xamxam lo llama “Cadena de oración".
El Xamxam baila al compas de las flautas y cuernos mientras canta en lengua Naway invocando a los dioses, las flautas se escuchan muy suaves al igual que los cuernos. Las brasas sueltan chispas, como si estuvieran vivas, los pequeños destellos rojizos y naranja me llaman la atención porque son tan parecidos a las estrellas...
–Escucha y no pierdas de vista al Xamxam—. Me dice mi padre (que esta sentado a mi derecha) mientras pone una mano en mi hombro. Él es un hombre alto y de complexión fuerte.
«Es hermoso, las formas del fuego es hermoso, es... Fascinante» Pienso mientras veo al Xamxam danzar.
La musica acaba y el Xamxam deja de bailar. Todo se queda en silencio. El Xamxam toma una rama gruesa de las que hay en la fogata y comienza a salir de la cueva. Salimos en orden, primero van los ancianos, después los adultos, luego jóvenes y niños, salgo con mi respectivo grupo, todos son más altos que yo, algunos más pequeños, algunos son fuertes, otros son delgados, yo no soy uno de ellos, yo soy de piel avellana, cabello gris y ojos miel, cuando la mayoría son de piel cobriza, ojos nácar y cabello chocolate. Mis padres me educan para ser del grupo Lechuza, mientras más chicos son educados para ser Leopardo y Jaguar.
Salimos de la cueva y la diosa T'xhel (deidad de la luna) se a ido junto con su hermana la diosa T'xhal (deidad del sol) y en su lugar han dejado a los Tixhaelis (deidades menores de las estrellas) iluminando el manto del padre Kulxantl (deidad suprema) . Subimos por una ladera de la montaña y a mi derecha se ve el bosque, la neblina o Sauol T' Giaex cubre a los grandes pinos. El cielo esta lleno de estrellas y un brazo del dios se ve cruzar de este a oeste, según las leyendas, el dios Kulxantl abrazo a la Tierra para protegerla de su hermano Kultzan quien quería destruir la Tierra como muestra de venganza hacia su hermano.
El Xamxam sigue subiendo, y cuanto más alto escalamos, más frío hace, y no sobra razón, pues estamos subiendo al punto más cercano a los dioses. El frío crea Xnou (nieve) sobre el suelo, algunos de mis músculos duelen, mi cabello comienza a llenarse de la xnou y mi vestimenta se endurece al congelarse.
El ascenso parece eterno, mis pies duelen y mi cuerpo parece a desfallecer, pero es mi espíritu quien no cede, y es el cielo quien me ínsita a adentrarme en sus misterios, esa frágil linea entre el humano y el dios, esa frágil y sutil linea entre vida y muerte... Esa frágil linea entre uno y el universo.
Cuando llegamos a la cima, el aire se vuelve pesado y el pueblo entero se ve lleno de xnou. El Xamxam coloca el fuego en el suelo y este tiembla, es cuando todos nos sentamos con las piernas cruzadas y juntamos las manos cerca del corazón, agachamos la cabeza y escuchamos.
–Ghiaex, pacca yia. kulxantl, pocca yia, takenos i' chivanox to' rixen ta' guoc— todos nos llevamos las manos al corazón, lo tomamos y guardamos en las manos, después lo depositamos en el suelo en la parte de “Pacca yia". Hacemos lo mismo de las manos, pero esta vez tomamos el alma y la entregamos a Kulxantl en la parte de “Pocca yia". Todos nos tomamos las manos cuando escuchamos el resto de la oración—. Ghernaxos, jikar ju mexz i' kha'ez to' huez sauol, to' huez kuxō i' kha'ez to' huez gnornil. I'k gli hixon to'a glax, i'k gli hixon zpaesoul, i'k gli hixon kilantl, i'k gli hixon te' Gixes.
Después de la oración, todos guardamos el silencio, seguimos tomados de las manos y aún conservamos la cabeza agachada. El Xamxam toma un poco de xnou y la arroja al fuego, este se apaga al instante. Después corta su palma de la mano derecha y esparce su sangre por donde antes hubo fuego y con un chirrido el fuego crece tan alto que a todos nos envuelve en su calor. La xnou se derrite y cae como Lackimaz (cascadas) por las orillas de la montaña. El Xamxam pide que nos hinquemos de rodillas y pongamos la cabeza en el suelo. Todos lo hacemos y una ráfaga de viento azota contra el pueblo, el fuego se apaga y se oye un rugido en el cielo, parece desprender algo. Y entonces aparecen.
Los Fuego Dragón brillan de colores verde, morado, naranja, azul, violeta, rojo, celeste, y más gama de colores espirituales. Las estrellas se ven opacadas por aquel fuego, todos nos levantamos y miramos el espectáculo.
El Rixan se acerca a donde esta el Xamxam y dice:
–Gixes, limen'huez 'ez kilutor, ledtī'huez ¡jho Gixes! Hog ux huez'ta chirxas.
Entonces, los Fuegos cobraron vida, se arremolinaron sobre nosotros y nos mostraron verdades.
«Del mar vendrá la amenaza. Los dioses sangraremos y el color de nuestra sangre los dominará.
»La Tierra se vería roja, todos postrados ante el nuevo.
»Besaran su imagen y vestirán a sus reglas. El mundo se haría escarlata... Escarlata, el color del dolor y sufrimiento.
»Del mar se verán dragones guiados por el Falso. Del mar vendrán las amenazas. Del mar se comenzará a sangrar.
»Todos serán suyo... Pero hay una salvación... En el fondo de su ser. Solo algunos lo verán, solo algunos lo sentirán. Se unirán y lucharán por su libertad.
»Nosotros vemos, nosotros sabemos.
Los Fuegos se combinan y veo la figura de un zorro.
«¿Qué fue eso?» me pregunto incrédulo «¿Los demás lo vieron, o solo fui yo?»
El murmullo del pueblo me regresa a la realidad, veo y escucho y sé que todos están preocupados, y deberían, nuestros dioses se verán sangrar, nuestra fe se verá rota, no debemos dejar que pase, porque i'k gli hixon te' Gixes.
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Livanti " Las Almas Del Universo."
Espiritual«Tu espíritu es libre pero se ve limitado por tu cuerpo.» Ares, un chico de 18 años esta en busca de su libertad y la búsqueda de su identidad en un mundo donde se impone una doctrina, la libertad es esclava y las ideas son pobres. ¿Qué hacer en u...