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Era la clase de educación física. Habían ido hacia el campo de fútbol americano por que según el profesor necesitaba conocer si sus chicos tenían talento.

Era recomendable usar shorts y una camiseta blanca para la clase. Jimin se mantenía de brazos cruzados viendo con atención todo, para Nathan fue inevitable no ver esas tonificadas piernas. El profesor, o mejor dicho, "su entrenador", les daba indicaciones a los chicos de lo que si tenían y lo que no tenían que hacer. Pero Nathan no le prestaba atención y al parecer alguien se percató de ello.

-Hermano, es mejor que dejes de verlo tanto.- soltó un chico parándose a su lado en susurro para que el profesor no escuchará. -No te recomiendo que te metas en problemas nuevito.

El rubio lo miró haciéndose el desentendido.- ¿De qué hablas? No miró a nadie.

El otro chico se rió un poco. -Sé que estás viendo a Park Jimin. Tranquilo, mantendré tu homosexualidad en secreto.

-¿Por qué a nadie de acá le es difícil hablar de la homosexualidad?

-Creo que es desde que Min Yoongi casi le da una paliza a media institución para demostrar que la homosexualidad no es cosa del que sentirse asqueado.- Nathan no contestó a eso y el chico lo miró de reojo.-¿Si sabes quién es Min Yoongi, cierto?

-Lo suficiente como para saber que es novio del chico lindo.- murmuró con recelo.

-Ya admitiste que te gusta. Por cierto, soy Joshua.

-Nathan.- hubo un corto silencio entre ambos. -¿No eres gay, cierto?- preguntó y el tal Joshua casi estalla en carcajadas, le susurra un no y Nathan se tranquiliza.

El entrenador empieza a decir algo que al rubio le llama la atención. -Lamentablemente el equipo no ganó la temporada del año pasado.- dijo en susurros pero lo suficientemente alto para que todos los chicos escucharán. Parecía no gustarle decir aquello. -Y todo por culpa de Min Yoongi.

El entrenador al parecer recuerda algo y mira a Nathan. -¡Hey, nuevito! ¿No sabes de quien estoy hablando, cierto? -pregunta y el rubio sintió su rostro arder. Aunque no sabía si por la vergüenza de ser el nuevo o por preguntarle de aquel chico. Nathan se hizo el desentendido, fe nuevo. El entrenador retomó: -¡Min Yoongi!- grito y luego aclaró su garganta. -Ha sido el mejor mariscal de campo que el colegio Dwight no ha tenido jamás.

Nathan entrecerró los ojos. -¿No ha tenido? ¿entonces no lo fue?- el entrenador negó.

-Claro que no lo fue. Era increíble en el campo, tenías que haberlo visto. Pero el bastardo nunca aceptó la oferta de estar en el equipo y ser el titular. ¡Hasta la universidad le ofreció ser el mariscal si ganaba la temporada del año pasado! Pero el muy maldito siempre hacia lo que quería.

Nathan abrió los ojos impactado, le sorprendía que alguien estuviera hablando de esa manera del tal Yoongi. Supuso que quizás hablaba de el así por sentirse dolido o por que quizás había mucha confianza entre ellos, aunque dudaba de la segunda opción.
Nuevamente miró a Jimin de reojo para ver si este hacia una mueca o un gesto de sonrisa por escuchar el nombre de su novio. Pero no, el chico mantenía su rostro serio, sin ninguna expresión.
Realmente era demasiado reservado.

El silbato sonó después de unos minutos, dando inició a su "entrenamiento", que en realidad era más para encontrar a un nuevo mariscal de campo que sí los hiciera ganar la temporada.

Todos empezaron a dispersarse para comenzar a practicar. Joshua le dijo que fuese con él para entrar en el "círculo social", pero Nathan le dijo que no al ver a Jimin sentado en una de las bancas sólo.

POSESIVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora