Una semana había pasado desde que Kuroo se sintió como un adolescente caliente. Después que el doncel saliera con esas ropas de la habitación, Kuroo bajó la mirada a su entrepierna y su mayor sorpresa fue ver lo despierto que estaba su amiguito.
–No...mierda no puede estar pasando esto.
Prácticamente huyó al baño donde cerró con seguro por inercia, apenas y entendía lo que pasaba. Kuroo Tetsurou se había excitado al ver a su esposo desnudo, agradeció al cielo que su esposo fuera tan despistado y no se diera cuenta como lo había observado, el sabía que lo había devorado con su mirada.
La erección dolía como un demonio. Tenía que atenderse antes de que el rubio regresara.
Minutos después ya estaba duchado y con el pijama puesto, Kei aún no volvía y eso le ayudo a Kuroo. Tal vez el no tener relaciones ya le estaba pasando factura pero por todos los cielos ¿porque precisamente tenía que ser con Tsukishima Kei?
–Amor, te preparé algo ligero para cenar. La traje conmigo para que no bajaras ya que estas muy cansado.
–No tengo hambre, llévatelo–Kuroo no pudo evitar ser arisco con el doncel.
–Solo prueba un poco ¿sí?
El pelinegro dio un suspiro y tomo la comida, no olía nada mal y aunque le pesara en todo el día solo bebió un poco de whisky. Salió al balcón con la comida donde tenían una mesa pequeña para desayunos aunque quien lo usaba era usualmente Kei cuando su madre se llevaba a su hijo de paseo y este se quedaba tomando el té y leyendo un libro.
En silencio Kuroo cenaba mientras su esposo le hacía compañía. El cielo estrellado se veía hermoso y después de un viaje de negocios le relajaba descansar, Tsukishima para ese momento ya traía un pantalón de algodón con un suéter rosado, el viento era un poco frio ya que el verano estaba por terminar.
– ¿Todo salió bien?
–Si
–Me alegra, te veías muy estresado esta semana.
– ¿Podemos volver al silencio?
El doncel se avergonzó de ser una molestia para su esposo y tomo la taza de té entre sus manos y no volvió a decir otra palabra aquella noche.
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Estacionó su BMW de color negro en el estacionamiento de uno de los edificios más grandes de Tokio. La empresa de Kuroo no solo se dedicaba a la compra de empresas pequeñas su impero se extendía a electrónicos, tiendas departamentales, una cadena hotelera y una marca de vino. Actualmente el dueño era su padre sin embargo el pelinegro era quien se encargaba de los negocios.
Antes de bajar recargo su frente en el volante y dejo escapar un suspiro. Quería divorciarse de Kei lo antes posible pero el viejo no le soltaba la herencia y ahora dudaba que lo hiciera, el peor escenario sería que no lo dejara en su testamento. Porque Kuroo Tetsurou era amante del poder y obsesivo por tener todo bajo su control.
Esa semana se abstuvo de llegar a casa temprano solo para no ver a Tsukishima y su culo tentador. Porque si, su esposo tenía un trasero enorme y aunque él se negara, internamente sabía que era muy apetecible, un trasero tan terso y bonito que...
Apretó su frente y salió del auto antes de que su amiguito se le ocurriera despertar, sus subordinados hacían reverencias al ver pasar al Vicepresidente de la compañía. Pronto varios hombres de trajes se le acercaban con papeles y portafolios en sus manos, otro día más.
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¡Tsukki!!
Hola Bokuto –El doncel rio al ver como aquel chico corrió prácticamente hacia su dirección. Cargaba a A chan en sus brazos mientras tomaba asiento en la cafetería que solía ir los sábados por la mañana. Era un lugar bonito y acogedor.
–Discúlpalo Tsukishima, Bokuto es tan ruidoso como siempre –Akaashi decía desde detrás.
–Hace tanto que no te vemos, mira qué bonito está el campeón–Bokuto cargó al pequeño y comenzó a llenarlo de besos.
–Tío búho tamben bonito
– ¡A chaaaaan!
–Me alegra verlos a los dos juntos. –Tsukishima sonreía al ver a la dulce pareja.
– ¿Podemos sentarnos con ustedes?
Akaashi preguntó por cortesía ya que su novio se había sentado sin preguntar nada.
–Claro pero ¿no están en una cita?
–Tranquilo Tsukki no íbamos a perder esta oportunidad casi nunca te vemos–Bokuto respondió.
El mesero les dejó sus pedidos en la mesa, mientras el doncel acomodaba a su hijo para comenzar a darle de desayunar, Bokuto carraspeó un poco atrayendo la atención de Tsukishima.
El rubio levantó la mirada y un pequeño anillo oro blanco apareció frente a él.
– ¡Nos vamos a casar y lo más importante es que estamos esperando un bebe! –Bokuto no podía dejar de sonreír.
– ¡¿Cómo?! – El doncel no pudo ocultar su sorpresa.
Akaashi tomó la palabra– resulta que veníamos intentando tener hijos desde hace tiempo pero no te voy a mentir, yo soy el del problema y aunque probamos muchos métodos nada funcionaba, la pasamos muy mal y justo cuando nos rendimos sucedió.
–Nuestra doctora dijo que ha habido varios casos donde parejas como nosotros intentan tener hijos y cuando se rinden, sucede –Bokuto intervino.
Estoy tan feliz por su bebé y su boda–Tsukishima abrazo a Akaashi y luego a Bokuto felicitándolos por su embarazo.
–Dentro de unas semanas anunciaremos la sorpresa ante nuestras amistades y obviamente estas invitado. Lleva al gruñón de mi amigo ¿sí? –Bokuto suplicó.
–Estaremos ahí no te preocupes y de nuevo felicidades.
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Bokuto jugaba con A chan en los juegos de aquel café mientras que ambos donceles estaban sentados bebiendo una taza de té.
– ¿Por qué te siento triste? ¿Algo va mal con Kuroo?
Tsukishima suspiró antes de contestar –No sé qué hacer para tener intimidad con él.
El rubio se sentía avergonzado por hablar de su intimidad pero estaba desesperado. Ya no sabía qué hacer.
– ¿Por qué no lo seduces? Utiliza pequeños juegos de rol o también mándale fotos provocadoras, resultan buena opción para cambiar un poco de rutina.
Sin embargo Tsukishima sabía que no había rutina, el desearía tener un matrimonio normal. El sexo es algo fundamental en una relación, se lo había repetido miles de veces.
Por la tarde mientras su hijo tomaba sus siesta le pidió a una de las empleada cuidarlo mientras el hacía unas diligencias, el rubio se encerró en su habitación. Busco un cajón rosado que tenía muy bien escondido en su armario, el corazón le latía muy fuerte. Tsukishima sentía que estaba haciendo algo malo y vergonzoso.
La colocó en la cama y la abrió con una pequeña llave de corazón que había guardado con recelo.
Debes estar muy desesperado para acudir a mí eso pensó que dirían aquellos juguetes sexuales que estaban perfectamente conservados.
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Espero les haya gustado!
Amaria que dejaran un comentario ❤
Estaré actualizando todos los dias, Se viene lo shidoooo xD
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Un gato infiel +18
FanfictionTsukishima ama a su hijo así como su esposo. Daría la vida por ellos sin dudarlo un segundo pero ¿que pasa cuando el padre de tu hijo te es infiel? Tsukishima sabe que es un tonto, un tonto por no poder dejar aquel hombre que robó su corazón. Los in...