Mi lindo suegro

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Yo me hize la dormida.
Mi falda se subió de más y en esa posición en la que me puse, le mostré mi suegro más que mis piernas, se podía ver parte mis nalgas, y como pude me acerque más a la palanca de velocidades para ver hasta donde mi suegro podía llegar, mi suegro volteaba y me miraba para cerciorase que estaba dormida, entonces empecé sentir el torso de su mano intentando tocar las parte posterior de mis muslo justo por debajo de mis nalgas, en su primer intento me moví como despertándome, pero después de unos instantes mi suegro volvió a su misión, ya no solo sentía el torso de su mano empecé asentir sus dedos y después toda su mano, me acariciaba lentamente y muy superficialmente, como tratando de no despertarme así estuvo la mayoría del camino.

Por fin llegamos a casa y comenzó la faena de sacar a mi marido del carro y llevarlo dentro de casa, como les dije antes bebía de más y se convertía prácticamente en bulto, afortunadamente mi suegro es un hombre alto a pesar de su edad es fornido y no mal parecido, es más diría casi igual a mi marido, en fotos de joven mi suegro se parecía mucho a mi marido, y como pudimos en un primer intento dejamos a Ernesto mi marido en el sillón estaba como muerto súper dormido, yo le dije a mi suegro que lo dejáramos ahí, subí a la recamara a traer una almohada y al estar acomodando a mi marido en el sillón para que este estuviera mas cómodo como en la cocina de mis suegros volví a inclinarme y a volver a enseñarle a mi suegro mis ricas nalgas, al voltear lo mire y le dije..

-Suegro he notado como me ha visto y como me come con la mirada, no creo que sea lo adecuado recuerde que soy su nuera la esposa de su hijo.

-Y tu crees que sea correcto que me estés coqueteando, enseñándome las piernas y en culazo que te cargas, que acaso mi hijo no te complace, no te llena.

-No como yo quisiera.

Cuando dije esas ultimas palabras note como cambio su mirada, y pude notar como comenzaba a levantarse su bermuda.

-Imposible no puedo creer que mi hijo no te llene, si eres una mujer joven, con un cuerpazo, esa cinturita, esas piernas y esas nalgotas que tienes, mi hijo debe ser un total imbécil si no llena a semejante mujeron.

Me voltee dándole la espalda y levantando mi pequeña minifalda dejándole ver todo mi culo le dije.

-Don Ernesto le gusta mi culo, mire las horas de gimnasio como me lo han puesto.

Se acerco y sea como sea mi suegro siempre ha sido caballeroso, y ya estando cerca me dijo.

-Valla que si Angie, tienes un culo espectacular bien paradito y redondito puedo tocarlo?.

En ese momento me incline y levante más mi culito.

-Claro que si, imagino que lo has deseado toda la tarde anda tócalo siéntelo, disfruta lo que tu hijo no atiende.

Acto seguido comenzó a tocarme suavemente, me acariciaba y apretaba tiernamente cada cachete, en ese momento yo ya estaba al 100 estaba mojadisima, dentro de mi cabeza comenzaron los remordimientos, no podía creerlo en la zorrita que me estaba convirtiendo, no en vano aparte de ser la putita de don Raúl, ahora en estos momentos seria la putita de mi suegro, pero era mas mi calentura y mis deseos de verga que me deje hacer lo que mi suegro quisiera. Valla que mi suegro estaba gozando de tocar, apretar y disfrutar del culo de su nuera, después de las caricias vinieron los besos y chupetones mi suegro jadeaba de placer...

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