4. Demonia Baila...

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CAPITULO: 4

Demonia Baila

~Belleza~

Alana Westbrook

Pensé que al ser mejor amigo de mi mejor amiga y ya me conocía me ayudaría pero en cambio giro la mirada.

Siguió fumando ignorando lo que estaba pasando conmigo, eso me molesto un poco. Ignore el pequeño enojo cuando Gabriela paso por mi lado dándome una mirada de superioridad para luego reírse junto a sus amigas y siguió caminando.

Sentí como el enojo comenzó a recorrer mi cuerpo. Ella camino hasta situarse frente a B. Me pare y observe lo que estaba pasando.

- que tal tu y yo en una cama haciendo diferentes poses - pregunto Gabriela coqueta, agarrandose las puntas del pelo dándoles vueltas y mordiéndose el labio.

La incredulidad recorrió mi cuerpo al ver que tan regalada ella podía llegar a ser. La risa de B no se hizo esperar, eso no me lo esperaba "¿porque sonríe?

- muchas quieren estar en mi cama pero yo no me acuesto con niñatas

Mi quijada casi cae al suelo.

- no soy una niñata, puedes probarlo - se encoge ella de hombros - solo es una noche, sin compromiso

¿Enserio? ¿Se podría tener dignidad después de esto?

- cariño, búscate una vida - le dijo B y yo no pude evitar la risotada que salió de mi boca

Gabriela me dio una mirada de odio y eso me hizo reír mas. Ignore las miradas que me dedicaban ellas y B, comencé a caminar hacia mi casa.

Las calles estaban oscuras y el frió de la noche hacia que mis extremidades se sintieran entumecidas a pesar de la gran sudadera que tenia puesta. El miedo recorría mi cuerpo al ver las calles ser tan oscuras y nadie transcurriendolas.

En estas calles solitarias solo habían deambulantes vagando o durmiendo en las aceras con sustancias ilegales recorriendo su sistema.

Me faltaban pocas casas para llegar a la mía cuando de pronto un peso callo sobre mi haciendo que ambos caigamos al suelo. Uno de los tantos deambulantes se me había abalanzado encima y estaba forcejeando para quitármelo, pero este forcejeaba conmigo tratando de buscar en mis bolsillos.

El pánico azoto mi cuerpo cuando el deambulante en su búsqueda toco mis pechos. Intente sacarlo otra vez pero mi cuerpo temblaba ante los nervios y la expectación de no saber que va a suceder después.

Las lagrimas comienzan a caer nublando mi vista. Mi respiración comienza a ser anormal y mi cuerpo tiembla con pequeñas convulsiones.

El alivio recorre mi cuerpo al dejar de sentir el otro peso encima de mi. Me levanto lo mas rápido que puedo y comienzo a correr sin mirar quien fue mi salvador o que fue lo que paso.

Unos pasos además de los míos comienzan a resonar contra el asfalto. El palpitar de mi corazón retumba en mis oídos del miedo que tengo de ser atrapada nuevamente y trato de acelerar mis pasos pero mis pies no dan para mas.

Unos brazo se enrollan a mi alrededor, pegándome a un pecho duro y haciendo que ambos caigamos al suelo. Comienzo a llorar al sentir la frustración de ser tocada por ese ser otra vez. Comienzo a golpear a mi atacante y cuando el habla me detengo

- hey - trata de calmarme, siento que he escuchado esa voz en algún lado pero no se donde - soy yo, B

Me tranquilizo pero mi respiración sigue siendo irregular. Los latidos de mi corazón también siguen siendo irregular. La incomodidad golpea mi cuerpo al darme de cuenta en la posición que estamos.

El esta encima mío a escasos centímetros de mi cara. B, al notar mi incomodidad se levanta y me tiende una mano para ayudarme a levantarme.

- ¿estas bien? - me pregunta

El pánico todavía en mi sistema me impide hablar. Abro la boca para responder pero nada sale de esta, intento nuevamente pero pasa lo mismo, rindiéndome termino asintiendo.

- cuando me gire para saber como estabas, ya habías comenzado a correr

B me examinaba con la mirada y eso me puso nerviosa. También me hizo preguntarme si tenia mis espejuelos ya que cuando nos presentaron el solo me dio una mirada rápida burlándose de mi. Me toque la cara y no los encontré, el pánico volvió a mi. Mis ojos se abrieron a mas no poder

- mis lentes

Ambos comenzamos una búsqueda y el los encontró. El tenia sus brazos alzados con la intención de ponerme los lente pero se detuvo examinándome otra vez.

- tanta belleza escondida detrás de unos lentes gigantes

El sonrojo no tardo en llegar. Sentí como mi cara tomaba el color rojo y mis orejas se calentaban. Nadie nunca me había hecho un cumplido, pero lo deseche rápidamente al darme cuenta que solo lo decía porque no tenia los lentes.

Jamas alguien se había atrevido a mirar mas allá de estos lente grandes que cubrían prácticamente toda mi cara. Yo estaba esperando a la persona que mirara mas allá de estos lente y este...

- no se de que hablas - respondí quitándole los lentes de las manos y poniéndomelos - gracias por ayudarme, adiós

Emprendí camino nuevamente a mi casa. A cada segundo miraba hacia los lados y hacia atrás, asegurándome que nadie me estaba persiguiendo.

Con las manos temblorosas, a causa del frío y el miedo, entro la llave en la puerta abriéndola. Me siento un poco mas tranquila cuando ya estoy dentro, subo lo mas rápido que puedo las escaleras para entrar a mi cuarto pero al abrir la puerta de este me quedo estática.

El mundo se me viene abajo, acaso no se cansaba de hacerme infeliz. En cada momento que podía me golpeaba de sorpresa, me aturdía.

Se soy fuerte, se que lo soy sino ya no estuviera en este mundo pero heme aquí batallando con mis problemas día a día, tratando de sobrellevarlo, ya estoy cansada ya no puedo mas.

Las burlas los comentarios entre otras cosas de la escuela, tener que ser violada por un viejo durante años, bailar los fines de semanas delante de viejos asquerosos mas también esto, ya no puedo mas.

Demonia BailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora