Capitulo 19❤️

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NARRAS TU

Yo estaba realmente Confundida por lo que estaba sintiendo, y voltie hacia Manuel con los ojos llenos de rabia:

Tu:¿Se puede saber para qué me has traído aquí exactamente? Aparte de la razón más obvia, por supuesto -añadi con mordacidad-Me sorprende que no quieras concebir a tu hijo en la cama de mi padre.

NARRO YO LA LECTORA

Al ver la cara con la que la estaba mirando Manuel se quedó callada; la expresión de su rostro era más elocuente que cualquier amenaza.

NARRAS TU

Manu:Te he traído porque esta va a ser tu casa de aquí en adelante -respondió después de un tenso silencio.

Tu:Pero tú no vives aquí -deduje por el estado en el que se encontraba el lugar.

Manu:Hasta ahora no, porque no tenía ningún motivo. Pero... no creo que un apartamento sea el lugar adecuado para que crezca un niño.

Tu:Pero... seguirás teniendo que pasar bastante tiempo en (TuCiudad), ¿no? -estaba tanteando con la esperanza de que contestara que sí, que no iría por allí muy a menudo, lo que significaría que no tendríamos que dormir juntos con mucha frecuencia.

Manu:¿Qué es exactamente lo que te da tanto miedo del sexo? -me preguntó él con suavidad, pero me tomó por sorpresa.

Tu:¡Nada! -negue tan pronto como pude, consciente de haberme sonrojado visiblemente-No tiene nada que ver con el sexo, sino contigo... y con la manera en la que...

Manu: No te creo -aseguró Manuel lleno de seguridad-El hecho de que una mujer de tu edad siga siendo virgen sugiere que...

Tu:¿Qué? - lo interrumpi desafiante-¿Que soy exigente con la persona a quien le voy a dar mi... -estuve a punto de decir mi amor, pero enseguida corrigi-... a quien me voy a entregar?

Manu:No, sugiere que hay algo que te da miedo -continuó él con calma-¿Es así, (Tn)? ¿Tienes miedo de algo?

Tu:ya te eh dicho que No -negué enérgicamente aunque sabía que estaba mintiendo. Claro que tenía miedo, y mucho. Para mi el sexo era algo que estaba necesariamente ligado al amor, y tenía un miedo terrible de... de que... al verme obligada a acostarse con Manuel para darle un hijo, también me veria obligada de algún modo a amarlo de nuevo... Esa era mi mayor preocupación.

La noche anterior, mientras estaba tumbada en el cuarto de invitados de su apartamento, había estado pensando en la poca importancia de lo que iba a sacrificar comparado con el bien que iba a poder hacerle a los pobres niños del orfanato. Pero, por muy lógica que intentara ser, no podía dejar de sentir unas terribles punzadas en el corazón cada vez que pensaba en lo que iba a hacer Manuel aunque no lo quiera aceptar me hace sentir muchas cosas...

Me aleje de Manuel y comense a avanzar por el pasillo dándome cuenta de que mi instinto me llevaba directamente al despacho de mi padre.

Manu:He pedido a los que vienen a limpiar que llenaran el frigorífico -me dijo él de pronto-Pero, por si lo habían hecho con la misma eficiencia con la que limpian, he reservado mesa en Emporio(Un restaurante muy caro y fino)Espero que te siga gustando la comida italiana.

Tu:¿Vas a llevarme a cenar? -lo dije con un tono de fastidio-. ¿Por qué no mejor me llevas directamente a la cama? ¿Por qué perder el tiempo... y el dinero?

Manu:¡Ya!

Yo observe boquiabierta cómo Manuel se acercaba a mi y me agarraba por los hombros mientras me decía enfurecido:

Manu:¡Eres mi mujer, no una ramera! Y, si he elegido cortejarte...

Tu:¡Cortejarme! -repeti a punto de echarme a reír de lo nerviosa que estaba-¿Por qué ibas a hacer algo así? -lo desafié mirándolo a los ojos-¡Lo único que quieres es un hijo, el nieto de mi padre! Eso puedes conseguirlo sin tomarte la molestia de invitarme a cenar. Al fin y al cabo, parece que no te importa lo más minimo lo que yo sienta.

En eso me soltó con tal rapidez que sentí una especie de abandono; por un momento mi cuerpo recordó la época en la que agradecía el contacto de sus manos... más que agradecerlo, me moría por él, lo anhelaba desesperadamente. De pronto volví a la realidad al notar el desdén con que me estaba mirando.

Manu:Lo que quiero es que ese niño, "nuestro"hijo, nazca, si no puedo como fruto del amor, al menos sí del placer.

Aquella afirmación me dejó totalmente desorientada... y me hizo sentir algo demasiado peligroso. No obstante, me apresure a contestarle con la misma furia con la que había hablado él:

Tu:¿Y cómo demonios piensas conseguirlo? Porque no hay la menor posibilidad de que yo sienta ningún deseo hacia ti...

NARRA MANUEL

Casi podía oír los latidos de su corazón en mitad del silencio ensordecedor. Estaba mirándola de tal modo que parecía que estaba tocándola realmente.

Tu:No puedes hacer nada para que me sienta atraída por ti -insistió de nuevo-. ¿Entiendes, Manuel?

NARRAS TU

Me dio miedo mi propia agresividad, pero me negué a admitir ese miedo, o la locura que se estaba apoderando de mi.

Manu:¿Me estás desafiando, ______? -me preguntó él con más suavidad-Porque si lo que quieres es que te demuestre que estás muy equivocada, yo lo estoy deseando... de hecho estaría más que encantado de hacerlo -añadió con énfasis...

La Fuerza Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora