Capitulo 5

72 3 0
                                    



           Llego el día de la competencia y estoy nerviosa, estoy preparando mi bolso con las cosas que necesito. Suena el timbre y se oyen pasos subiendo las escaleras y se abre la puerta.

- ¡Ahh! – Chillamos las tres al unísono.

- No lo puedo creer que ya hoy es el día por el que hemos esperado tanto tiempo- Dice Natalia con emoción.

- Chicas, no nos podemos equivocar, tenemos que darle en la madre a esas chicas del Cibao que nos trataron de hacer la vida imposible hace 2 meses.- Dice Alison.

- No te preocupes Ali, nosotras somos las mejores.- Dice Nat.

- Chicas, vámonos que se nos hace tarde. ¿Nos vamos en mi carro?- Pregunto.

- Yo traje el mío. -Dice Alison.

Agarro mis cosas, me despido de mis padres y hermanas sabiendo que van a estar viéndome en la competencia. En 15 minutos ya estábamos en la escuela y como siempre que hay competencia los parqueos de la escuela está repleta de vehículos. Estamos de camino a nuestros vestidores. En 5 minutos ya estábamos dentro dando nuestros últimos retoques. Tocan la puerta...

- Adelante- Digo.

- Chicas, el juego va a comenzar ya, ya, ya...

- Ya vamos.- Decimos las tres al unísono. Salimos del vestidor para dirigirnos a la banca a esperar a que nos llamen...

El próximo equipo a participar son: ¨Las Jaguares¨. Todo el mundo está eufórico y como no, si somos las mejores. Vs: ¨Las Bulldogs¨. La gran mayoría las empiezan abuchear. Saludamos a nuestras contrincantes, cada quien a su posición y que comience el juego.

(...)

Solo se escuchan aplausos y más aplausos... Por fin termino el torneo, nuestro equipo fue el ganador, celebramos con un abrazo grupal y nos despedimos del equipo contrario. Trina la capitana del equipo contrario, nuestra enemiga desde hace muchos años, salió disparada hecha humos.

- ¿Y que le dio a esta ahora?- Dice Alison con ironía.

- Ni se, ni me interesa- Dice Nat y reímos las tres al unísono.

Miré a mi alrededor y a lo lejos pude divisar a mi familia con carteles escritos "Valeria te amamos" y les mande unos besos al aire y ellos me los devolvieron, no hay ni existirá mayor alegría que esta.

Habían pasado 20 minutos desde que salimos de la cancha, estaba aburridísima. Ya quería largarme para tomar una ducha caliente y dormir eternamente, y para empeorar mi estado de aburrición las dos pendejas que tengo por amigas se fueron a dar una vuelta a no sé dónde... Mejor voy a buscar mi teléfono. Estoy caminando por el pasillo para dirigirme a nuestro vestidor y se escuchan unos ruidos más bien gemidos. Por favor, Diosito te lo suplico que no sea lo que estoy pensando. Además es una falta de respeto, ¿Por qué no podían hacer sus cochinadas en otra parte? Para eso hay moteles, por Dios. Sé que no es de mi incumbencia pero la curiosidad me mata. Me acerco a la puerta, giro el pomo y no puedo creer lo que mis ojos ven, es Nick revolcándose con la estúpida de Trina. Tengo un nudo en la garganta, quiero llorar. Están tan concentrados en lo suyo que ni si siquiera se han dado cuenta de mi presencia.

- Nick, cómo pudiste hacerme esto, estúpido y con mi enemiga, eres un imbécil, eso es lo que eres, ¿Sabes qué? Mejor me voy para que sigas revolcándote con tu zorrita, que le aproveche. Ahh, por cierto no me vuelvas a buscar, no te quiero ver más.- El muy cínico intente acercárseme pero lo detengo. Y se arrodilla ante mí.

- Valeria, por favor perdóname, tu sabes que te amo, eres la mujer de mi vida... - Dice con lágrimas en los ojos, no soporto más su hipocresía y le abofeteo la cara con todas mis fuerzas.

- Un hombre que dice amar no hace sufrir a la mujer que ama, no la hace llorar y mucho menos le es infiel con su enemiga... y así tienes el descaro de decirme que me amas?- Río sarcásticamente

- Valeria, yo...- lo interrumpo no me interesa lo que vaya a decir.

- Adiós, Nick – Cierro la puerta y corro hacia el vestidor antes de que decida ir tras mío. Le pongo seguro a la puerta, solo quiero estar sola, tengo un nudo en la garganta que siento que me va a explotar y nuevamente lágrimas empiezan a salir, seguido de sollozos - ¿Por qué a mí? ¿2 años de "amor", para nada? Estúpido Nick, te odio – Digo entre sollozos.

Suena la puerta.

- ¿Valeria, estas ahí?- pregunta Natalia preocupada.

- ¡Valeria, abre la puerta!- ordena Alison.

Pero las ignoro, recojo mis cosas, cierro mi bolso. Abro la puerta y salgo corriendo como si estuviera en un maratón, choco con todo el mundo por culpa de las lágrimas que no me dejan ver. Hasta que choco con un cuerpo, este me abraza, haciendo que empiecen a salir más lágrimas.

- Amor, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas así? ¿Te paso algo?

- Sácame de aquí... Esteban... por favor.

- ¡Quita tus sucias manos de MI NOVIA!

- ¿Con que tú eres Nick Steel?- Pregunta con ironía Esteban aun conmigo abrazándome.

- Sí, soy yo. Ahora quiero saber... ¿Quién eres tú? ¿y por qué estas abrazando a MI NOVIA?

- Me presento... Mi nombre es Esteban Walker Thompson, prometido y futuro ESPOSO de la señorita aquí presente y de buena manera te exijo que dejes en paz a mi prometida...

Ya me tienen hartos estos dos y su machismo.

- ¡A ver, ya!, Nick entiende, tu y yo terminamos, no te quiero ver ni en pintura, no quieras ser el héroe, después de todo lo que hiciste. Y sí, Esteban es mi prometido y muy pronto nos vamos a casar y no quiero que te metas en nuestra relación. Vámonos Esteban.

Me toma el rostro, besa mi frente y coloca su mano izquierda en mi cintura baja para así marcharnos. 

 Esto no me puede estar pasando a mi, ni siquiera lo veía venir... pero claro, todo tiene sentido, por eso era, que Nick estaba siempre ausente: contestaba mis llamadas de vez en cuando, no salíamos juntos, incluso hasta me evitaba y se comportaba bastante raro frente a mi... infeliz.

-Princesa ¿que te pasó? Se supone que deberías estar feliz, Mi Amor- pregunta papá preocupado, haciendo que salga de mi trance.

- No, quiero hablar de eso... por favor. ¿Nos vamos Esteban?- me aferro más al cuerpo de Esteban. Papá le hace una seña extraña a Esteban y este solo asiente.

Esteban me guía hacia su auto, un bugatti negro con aros color oro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Esteban me guía hacia su auto, un bugatti negro con aros color oro. Me abre la puerta y me ayuda a sentarme, el entra en el auto, nos dirigimos a no sé donde porque me quedé dormida.



Un Futuro Contigo Where stories live. Discover now