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Desde la esquina de aquel cuarto enorme mi vista se poso inmediatamente en él , él susodicho no estaba solo, en su compañía se encontraba un hermoso piano de color marrón oscuro. Él chico interpretaba una hermosa Melodía, sus largos y delgados dedos parecían estar creados para ese majestuoso instrumento, sus ojos estaban cerrados, mientras ladeaba de un lado al otro su cabeza, yo me encontraba atónita y no podía dejar de mirarlo, pero él no parecía inmutarse, la música parecía ser de lo que dependía su vida en ese momento, todos y cada unos de los sentimientos que desprendía de su ser parecía transmitirlos a quien fuera que se detuviera a escucharlo. Mirarlo no solo era él hecho, era observar más allá de eso, era como mirar a un ángel, él cual parecía estar lastimado y herido, pero que eso no le impedía interpretar melodías tan tristes y hermosas a la vez, él ser más perfecto que en mi vida había visto se encontraba a metros de mi.

La perfección pura, la vida, la música, mi vida y él, que de un momento a otro se convirtió en una de mis prioridades, él hombre que se encargaba de poner mi mundo de cabeza, él, que era todo y nada a la vez de lo que hubiese deseado en mi vida.

Era simplemente él.

넉원°MIN YOONGi°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora