NIGHTS WITH SASUKE │ Naruto Shippuden ｢SasuNaru｣

Night 02. │COWARD

Porque hasta el día de hoy, nos
preguntamos si Kakashi-sensei
escuchó nuestro pleito...

│ NIGHT #02 │

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—Sakura dormirá en la habitación continua. Nosotros dormiremos aquí —establece con solemnidad el jōnin a cargo del trío.

—¿Huh? ¿Dónde piensa dormir, Kakashi-sensei? Solamente hay dos camas, y son pequeñas —menciona Naruto, desorientado ante la organización de las habitaciones en la vieja posada.

—Tú y Sasuke dormirán en la misma cama, yo dormiré en la sobrante —señala el adulto con simpleza, causando la predictible disputa.

—¡¿Dormir con él?! —rugen hasta más no poder y en total discordia dos de los miembros del equipo siete, apuntándose el uno al otro con incuestionable repulsión.

—Veamos, nadie predijo que esta misión se alargaría de este modo —musita con serenidad, reteniendo un suspiro cansino—. El gato que estamos buscando es bastante indómito, huyó de la aldea y se le ha visto rondar por este pueblo. Debemos agradecer que no fue demasiado lejos; sin embargo, ya es muy tarde y no están preparados para proseguir la encomienda de noche. Si alguno de ustedes tiene el dinero como para alquilar un sitio con más habitaciones, adelante, lo dejo en sus manos.

El Uzumaki, apresurado, extrae desde el interior de su bolsillo su monedero en forma de sapo. Posteriormente, cuenta meticuloso el dinero que hay dentro, mas no tarda demasiado en calcular que no será suficiente para rentar un mejor lugar.

En una cómica gesticulación irritada, guarda su portamonedas a regañadientes, maldiciendo para sí su perpetuo infortunio.

—Prefiero dormir en un árbol, 'ttebayo —refunfuña con sus brazos cruzados y mirada apartada, negándose rotundamente a la idea original.

—Podría dormir en cualquier sitio —comenta Sasuke con aires de superioridad tras cerrar sus párpados, adentrar las manos en los bolsillos y elevar unos cuantos grados el mentón.

—Kakashi-sensei, yo podría... ya sabe... compartir cama y habitación con Sasuke-kun. —Sakura habla con voz tímida, aunque insinuante.

«Vaya, estos niños...»

—No fui yo el que inventó la regla de chicos con chicos y chicas con chicas. No puedo hacer nada al respecto —destaca Kakashi en un subir y bajar de hombros—. Cuando sean mayores, podrán dormir con quien quieran —suma.

La mirada de la joven resplandece producto de una súbita ansiedad. En un santiamén, sus ojos manifiestan la figura de un colosal, esplendoroso y palpitante corazón rojo.

—¿Lo dice en serio, Kakashi-sensei? —consulta esperanzada a la par de entrelazar sus manos contra su pecho, donde su principal órgano vital late enardecido.

El mayor asiente.

En la mente de Sakura, su segunda personalidad festeja la afirmación del maestro con un dichoso, enérgico y prolongado: ¡shānnarō!

Definitivamente, lo que más desea en ese momento, es poder crecer lo antes posible para alcanzar el privilegio de dormitar junto a su amado, cuando el cielo nocturno y las estrellas los atrapen a ambos en medio de alguna arriesgada misión.

Sus pensamientos elaboran fantásticas ilusiones románticas, en las cuales acaba perdiéndose y despojándose de la realidad durante unos cuantos minutos, rodeada de corazones voladores.