◈Vista Previa. [ KaruDeku ]

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♧Vista Previa♣
♣KaruDeku♧
[ Karma Akabane x Izuku Midoriya ]

★ ★ ★

ATENCIÓN;
El siguiente contenido puede ser delicado para algunas personas, leer con discreción.

          Morboso, como un animal carnívoro torturando su presa y en su agonía, el mayor de los placeres.

La piel es fría, en él, las gotas de transpiración caen por sus mejillas, tiritando por los espasmos eléctricos que golpean su cuerpo.

Se acostumbró a sentirlo todo, a auto infligirse corporalmente el sentido de estar vivo, danzando entre dos extremos de una balanza guiada por cuchillas a punto de rebanar su cuello.

Que difícil se había vuelto encontrarse en aquel golpe de taquicardia, donde sentía el corazón en su cuello, encerrado en su refugio personal, tomando un libro y deseando toda la noche.

Sólo. La transición mecánica diaria rompió su mente y el control que llevaba de sus movimientos, era poder propio del razonamiento. Un poder que desbordaba y sólo se transformaba en cúmulos de adrenalina.

El caníbal, derivando de a ratos sus pensamientos a fantasías violentas y dolorosas, fusionaba recuerdos con nuevas caras y escenarios. Parte de ese sadismo corría por sus venas cual instinto salvaje, y cayó en cuenta de aquello divagando sobre el conteo de las personas a las que aseguraba haberles arrebatado el palpito.

El mismo significado de la vida mutaba cada minuto, deseaba volver a ser aquel ingenuo que sentía miedo del mounstruo bajo su cama, pero en el fondo sabía, que así hubiese oportunidad alguna de cambiar su destino, elegiría nuevamente vender pastillas en la secundaria.

Su vida se basaba en ello, ¿Qué era lo normal? Probablemente si le preguntaban, diría que un beso, una caricia, terminando en aquel cálido rechinido y sudor entre las sábanas cada día después del instituto.

Tenía dotes de los cuales muchos carecían, dotes que estaba orgulloso de tener. Y que sólo él podía entender.

Izuku Midoriya era un enigma.

💫

          Estábamos en el living de mi casa, él amarrándome a una silla con fuerza, quemándome la piel con la fricción de sus cuerdas.

Karma Akabane estaba delante de mí con una grotesca sonrisa.

Habían pasado quizá al menos unos cuarenta minutos  desde que empezó a anudarme, pero había perdido la noción del tiempo en el momento.

Sus manos me rozaban en cada ajuste, y me hacía presión cada vez que un nuevo nudo acababa, tal vez verificando mi molestia.

Con la primera cuerda, él empezó sujetando mi abdomen al respaldo, dejando dos nudos centrales a la altura del corazón y costillas.
Rodeó mi torso y envolvió con el resto de la cuerda mis brazos juntos, reforzando en las partes móviles, como los codos y muñecas.

La mitad de mi cuerpo ya estaba inmovilizado, había renunciado a cualquier intentó de escape, tomé el lugar de presa, yo era el ciervo, él un cazador.

Diferentes. [OneShot's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora