— Vamos, Emy, responde —Insistió la castaña.
— No. —Suspiró mientras apoyaba su espalda en la pared— Ya no siento lo mismo por ella. Yo —Respiró hondo, sus labios apenas separados, sin encontrar las palabras adecuadas—, creí que me sentiría cómoda, como cuando nosotras pasamos tiempo juntas. —Un suave tono rosa hizo acto de presencia en sus pálidas mejillas, pero la tenue luz de las pequeñas lamparitas que colgaban de la pared no permitía que se notara ese color— No me di cuenta que nuestros silencios no son incómodos —Susurró lo último.
Emy evitaba el contacto visual con la asiática, pero cuando esta acarició su rodilla, se vio obligada a mirarle de reojo y en cuanto sus miradas se encontraron la isleña no supo definir lo que la mirada de Ling decía, pero le causó una extraña sensación en el pecho.
— Estoy mejor...—Murmuró en un hilo de voz— contigo.
Cuando la albina terminó de hablar, Ling se acercó más y apoyó sus manos en los hombros de la contraria, acortó la distancia que había entre sus rostros y se detuvo a unos centímetros de sus labios; percibió la respiración de la albina hasta que esta comenzó a contenerla, apreció, con la poca luz que había, su pálido rostro, sus párpados cerrados con fuerza, y esas pestañas del mismo color que su cabello, ni muy largas ni muy cortas. Sonrió cuando al fin unió sus labios en un suave y tranquilo beso.
Ling no tenía prisa, tendría a la nórdica todo el fin de semana, estaban todos durmiendo, la puerta cerrada y sabía que ese beso sería correspondido.
Sus manos bajaron por sus hombros, acariciando el contorno de los brazos de Emy hasta llegar a su cintura, acarició ese lugar mientras la albina colocaba su mano por arriba de su pecho y hacia presión para lograr separarlas del beso; Ling volvió a apreciar aquellos violáceos ojos de la nórdica que tan encantada le traía, su mano libre se dirigió a la mejilla de Emy, acariciándola y sonriendo tiernamente al sentir el calor que llegaba a su mano, probablemente la isleña esté sonrojada.— Te quiero a ti. —Susurró sobre los labios de la albina— Responde...
Se mantuvieron en silencio a esa corta distancia, con el corazón de la albina acelerado, donde ninguna de las dos dejaba de verse una a la otra.
Emy confirmó lo cálida y agradable que era la cercanía de la asiática, otra cosa que no diría. La isleña cerró nuevamente sus párpados y unió sus labios en otro beso, algo nervioso, mientras sus brazos rodeaban el cuello de la contraria, y sus manos terminaron por acariciar algunos mechones de la nuca de la castaña, quien sonreía.
Una vez que se separaron, Islandia ocultó su rostro en el hombro de la hongkonesa, abrazándola con fuerza para que no se alejara y dejara al descubierto su vergüenza.— Cuanto valor. —Susurró con burla la castaña, recibiendo como respuesta un tirón en su cabello— ¡Auch!
— ¿Ni en esta situación puedes ser seria? Ahg.
— Quiero aliviar tu tensión, bebé —Presionó sus manos en los brazos de la nórdica, la alejó y acunó cuidadosamente el rostro de la chica entre sus manos, obligando que le viera—. Y estoy siendo seria. —Sus ojos ámbar destellaban de determinación— No creas que estoy bromeando... —Con sus pulgares acarició la piel del cuello de la isleña mientras que sus ojos seguían los movimientos de sus demás dedos, que se movían con lentitud por sus pálidas mejillas; terminó por unir sus frentes luego de un ensoñador y anhelante suspiró—. Te quiero a ti, Emy, solo a ti.
— ¿Desde cuándo? —La suave sonrisa que le dedico la asiática, que no supo definir, le presionó el corazón nuevamente.
— Desde hace mucho. —Una de sus manos dejó la mejilla de la isleña y se dirigió a su cabello blanco, su otra mano le siguió segundos después y terminó por rodear su cuello con sus brazos, sus ojos no perdieron de vista los violetas de la isleña— Como que es obvio lo que quiero ahora, pero mejor lo digo para tu lenta cabecita nórdica —Sus labios se curvaron en una sonrisa burlona al notar la mueca de la isleña por su comentario—; Islandia, ¿Quieres ser mi novia?
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Your Attention. [Nyo!HongIce]
Fanfiction"Quería su atención, pero era demasiado lenta como para darse cuenta por sí misma. No era consciente de que me amaba a mí" • Hetalia - Hidekaz Himaruya. • Nyo!Hong Kong x Nyo!Islandia.