"Me las pagarás".

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"¿Dónde demonios se metió?" susurró el pelinegro asomándose a una de las aulas que se encontraban completamente vacías. 

Jimin había recorrido ya casi todo el maldito instituto y no había señales de su castaño amigo. Era hora del almuerzo y ningún alumno se encontraba ya en las aulas, todos estaban o en el comedor o en el patio. Pero Jungkook había desaparecido por completo. 

Se suponía que se verían en la entrada del comedor, como siempre, pero cuando Jimin llegó y no vio al menor por ningún lado, decidió esperarlo. Los minutos pasaron y no vio a su mejor amigo, así que decidió buscarlo, pero ahora perecía que se lo había tragado la tierra. 

Descartó la posibilidad de una falta porque ambos llegaron juntos, y también la posibilidad de que el chico se haya sentido mal, pues se veía muy contento y sano en la mañana. Así que con un bufido salió al patio por segunda vez para buscar al castaño. Sus ojos vagaron de un lado al otro, paseándose por los rostros de los chicos que habían ahí, pero nada. 

Entre una bolita de chicos, logró ver aquella cabellera menta que lo volvía loco y sonrió inconscientemente al ver el rostro del dueño de ésta. 

~"Yoongi, mi amor hermoso"~ pensó

Pero de pronto su ceño se frunció. Junto al amor de su vida -Yoongi, para los que no entiendan- se encontraba Kim Taehyung, el dueño de los suspiros de su mejor amigo.

~"Y donde está Taehyung, está Jungkook"~ pensó de nuevo.

Así que volvió a mirar a cada alumno que pasaba o reía por ahí, pero no lograba ver a Jungkook por ningún lado. 

"Ya verás cuando te encuentre, Jeon" susurró molesto. 

De pronto su vista fue a parar a los balcones de las aulas de al rededor del patio y divisó una pequeña cabeza castaña asomándose sigilosamente por el balcón. Jimin achicó los ojos tratando de enfocar la vista hacia aquella persona y, efectivamente, era Jungkook y no sólo eso, sino que en su mano traía su celular. Al ver a la dirección que la cámara de éste apuntaba, rodó los ojos. 

Jungkook le estaba tomando fotos a Taehyung a escondidas. 

Jimin no sabía si reír, llorar o golperlo, pero la última opción parecía la mejor. Justo cuando estaba a punto de dirigirse dónde su mejor amigo, el timbre sonó indicándole a los alumnos que debían regresar a sus respectivas clases. 

~"De ésta no te salvas, Jungkook. Me vengaré por dejarme solo para tomaerle fotos a ese idiota"~ pensó por tercera vez.

Pobre Jungkook. 

Pero bueno, ese era el precio que tenía que pagar por tener un crush.

Crush (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora