FIESTA [MoonBae]

III

La noche pasaba dasiado rápido, tan pronto dieron las diez de la noche, casi son las 11.

Younghoon y Changmin estaban sentados en el sofá de la sala, la cual estaba llena, ambos tomaban cerveza, pues estaban cansados de bailar en todo momento.

—¿Ya no quieres bailar?— pregunto el castaño.

—Estoy muy cansado— dió un gran sorbo a la botella que rápido la dejó vacía.

Y como era de esperarse, estaban borrachos.

—Changmin— el nombrado lo miró con una sonrisa —Por favor respóndeme, ¿Quieres salir conmigo?

Changmin nisiquiera lo pensó y se subió a las piernas del mayor, rodeo su cuello y se acercó a él para probar sus labios.

Younghoon lo tomo por la cintura para acomodarlo mejor. Cuando sintió el rose de labios el mismo cortó la distancia terminando en un beso intenso.

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Jacob y Kevin estaban aún en la cocina, igual estaban borrachos. El castaño le agarro el sabor a la cerveza, se acostumbro, que ya no pudo parar. Estaban conversando y riendo entre ellos, de vez en cuando se quedaban en silencio dándose miradas.

—¿En serio ya no vendrás a otra fiesta aquí?— Kevin tomo de la botella.

—No...yo no soy de venir a fiestas, ni si quiera tómo— dejó su botella completamente vacía.

—Pero si ya te acabaste más de veinte.

Ambos rieron.

—Pero ya no lo volveré a hacer— levantó su mano haciendo promesa.

—Esta bien, pero tan siquiera diviértete hoy ya que no lo volverás a repetir.

—Si...— cerro sus ojos lentamente y poco a poco perdía el equilibrio.

Kevin reaccionó y de inmediato tomo a Jacob en sus brazos para que no caiga al suelo. Sus rostros quedaron muy cerca, cuando vió que el castaño abrió sus ojos, sintió un poco de nervios. Bajó su mirada a esos labios algo gruesos, entrandole tentación de besarlos.

—L-lo siento— se disculpó Jacob pero aún así no me movió.

—Me habías dicho que esta noche no querías ocultar lo que eres, ¿Cierto?— ignoro las disculpas.

—S-si— su voz temblaba, tenía muchos nervios.

—¿Me dejas ayudarte?

Esa pregunta tomo por sorpresa al castaño, así que solo se limitó a asentir sin siquiera pensarlo.

Kevin sonrió y de inmediato se acercó a besarlo, en un beso damasiado apasionado. Lo tomo por su cintura haciendo que ambos cuerpos se asercaran.

Jacob vió al peli-negro que cerró sus ojos, así que él también lo hizo. Rodeo su cuello con ambos brazos y movió sus labios algo torpe; ya había besado, pero no con esa rudeza.

En la cocina se encontraban solo ellos, así que sintieron algo de privacidad, pero no la suficiente.

Kevin subió a Jacob a la mesa, para después besar y succionar su cuello, creando pequeñas marcas rojas que pronto se harían moradas.

Jacob apretaba con fuerza la chaqueta de Kevin, mordía con fuerza sus labios pero de vez en cuando suspiros salían de su boca.

De pronto Kevin tomo la mano del castaño y lo llevo por la casa escaleras arriba, recorriendo unos pasillos hasta entrar a una habitación, cerro la puerta y de inmediato tenía a Jacob en sus brazos. Poco a poco retrocedía hasta llegar a la cama, recostando al castaño de bajó de el.

Jacob nisiquiera sabía lo que hacia, pero eso sí, no pensó en detenerse.

Retiraron prenda por prenda, hasta quedarse solo en boxer ambos.

Kevin hacia caminos de besos por todo el cuerpo del castaño, el cual su respiración era agitada. Sin previo aviso, el mismo retiró las últimas prendas.

Jacob se sintió demasiado avergonzado, así que cubrió su rostro  con ambas manos, las cuales fueron retiradas por el contrario. Sonrieron avergonzados. De pronto sintió como lo tomaron por la cintura y lo posicionaron encima de aquellas piernas.

Se besaron de nuevo, pero ahora con un poco de delicadeza.

Pasaron varios minutos y de vuelta Jacob estaba debajo de Kevin.

—¿Q-quieres que p-pare?— habló entre cortdado el peli-negro.

—¡N-no! No q-quiero.

Kevin abrió un poco las piernas de Jacob, teniendo frente a él su entrada. Pero depronto recordo que no traía lubricante, pues el solo pensaba que cuidaría de el, en su mente jamás paso en estar en esa posición con el.

—No tengo lubricante...— pensó en alguna idea —Te dolerá un poco— mostró tres dedos frente al otro —Lamelos.

Jacob tenía miedo, pero finalmente obedeció. Sabía lo que vendría, así que cerro sus ojos y tomo las sábanas con fuerza. En cuestión de segundos ya tenía un dedo, dos dedos y tres dedos, provocándole un grito. Quedó vacío pero luego sintió algo grande y un poco grueso entrando en el. Le dolía, demasiado para ser verdad.

Kevin entró finalmente a él, se quedó unos segundos así sin hacer nada, hasta que sintió al castaño moverse. Así que no dudó en envestirlo.

La habitación era testigo de aquellos gemidos que salían a gritos de sus bocas, sus cuerpos sudaban y al momento de tocarse hacían sonidos que a ambos excitaban. Una vez que se cansaron, Kevin salió de él y cayó a su lado.

Kevin tomo la sábana y cubrió a ambos. Observo al castaño el cual estaba aún rojo, lo tomo de la cintura y lo aserco a él.

—¿Te arrepientes de lo que pasó?

Jacob lo miró a los ojos con asombro, y negó rápido.

—Sinceramente...Jamás me arrepentiré— sonrió y agachó su mirada.

—Ven aqui— rió e hizo que ambos cuerpos se apegaran más.

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En otra habitación, no tan lejos pero no tan cercas, Younghoon y Changmin estaban pasando por lo mismo.

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Sangyeon y Eric salían del cine, caminaban lentamente conversando.

—¿Que te pareció la película?— preguntó el mayor.

—Fue muy divertida, le diré a papá que tiene que venir a verla— rió.

Después tomaron un taxi y llegaron a su casa. Se quedaron parados frente aquella reja de la casa.

—Fue divertido— dijo el menor.

—Demasiado.

—¿Lo repetiremos?

—Todos los días si quieres.

Ambos rieron y cuando el silencio volvió ambos se miraron. En sus miradas compartían el amor que se tenían, pero no era suficiente.

Sangyeon se acercó y se inclinó un poco, quedando tan cerca sus rostros.

Eric rompió la distancia entre los labios.

Sangyeon lo tomo de la cintura y sintió los brazos del menor en sus hombros.

El beso tomo un poco de velocidad, tenía un ritmo que ambos controlaban a la perfección. Minutos después se separaron y unieron sus frentes. Se miraron de nuevo y Sangyeon le dió un casto beso, rápido.

—Entra, no quiero que tus padres te castiguen por llegar tarde.

—Sì— ahora el dejó un beso rápido, después abrió la reja y entro, no sin antes despedirse con un "Adiós"

Sangyeon se retiró con una sonrisa enorme en su rostro.

Eric cuando entró tenía una sonrisa en su rostro, pero cuando volteo a la sala su sonrisa se convirtió en asombro. Sus padres lo miraban con unas sonrisas inigualables en ellos, así que no supo si sentir alegría o preocupación.