¡DÉJAME! 2

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¡DÉJAME! 2

Miriam sigue intentando acercarse a mí pero yo me aparto, aunque seguimos hablando, aunque más bien discutiendo. Quiero que me deje en paz, pero ella sigue insistiendo.

Me giro y veo como María nos está observando, abro los ojos como platos. Después de la sorpresa intento con mi mirada hacerla entender que no pasa, que esté tranquila, que todo estaba bien.

- Ya está bien Miriam – respondo enfadado mientras me alejo de ella en dirección a mi chica.

- No espera – me dice mientras me coge del brazo para retenerme.

La miro y me separo de ella bruscamente mientras voy en dirección a María. Me acerco sonriendo pero ella no me devuelve la sonrisa.

- Vamos a bailar – digo al acercarme mientras cojo su mano y la arrastro hasta la pista de baile.

No la doy opción a responder porque sé que me diría que no, ya que está un poco enfadada.

Agarro su cintura para atraerla hasta mí y ella, con desgana, pasa sus brazos alrededor de mi cuello.

- Suéltalo – digo de repente al verla tan enfadada mientras se me escapa una sonrisa ladeada.

- ¿Qué hacia Miriam aquí? ¿Cómo ha entrado? – me pregunta.

- Si te soy sincero, no sé como narices ha entrado – contesto sinceramente – Pero tranquila no ha pasado nada.

- Sé que no ha pasado nada, sino no estaría ahora aquí contigo, créeme – me dice un poco brusca. Me encanta verla celosa.

- Ei María – sigo diciendo mientras cojo su cara con mis dos manos y la obligo a mirarme – Sólo te quiero a ti, a nadie más que a ti.

María sonríe finalmente tras mis palabras. Me acerco más a ella y la planto un largo y dulce beso en los labios.

- ¿Qué te ha dicho? – me vuelve a preguntar. Necesita saberlo todo para quedarse tranquila y la entiendo, después de lo de noche vieja...

- Me dijo que volviera con ella, que me quería. Pero yo le he dejado bien claro que de quien estoy enamorado es de ti – respondo.

- Yo también te quiero – me contesta.

Seguimos bailando durante toda la noche. Pegados y rozándonos, sintiéndonos la piel, acariciándonos y besándonos, como si no hubiera nadie a nuestro alrededor.

- Amor ¿seguro qué estás bien? – me pregunta.

- Sí, sí tranquila, estoy bien – digo no muy seguro ya que desde hace un rato no he parado de estar nervioso y es que el momento está a punto de llegar y necesito que todo esté bien.

- ¿Sabes que me puedes contar lo que sea no? – me pregunta mientras me acaricia la mejilla y yo disfruto del contacto.

- Lo sé, no te preocupes – respondo mientras la doy un beso en la frente.

Seguimos bailando pero yo sigo nervioso y sé que María lo está notando.

Dejo a María sentada en una de las mesas alrededor de la pista de baile mientras voy al baño, aunque en realidad la mentí. Me fui tras el escenario a preparar mi sorpresa, para que todo saliera perfecto.

MIENTRAS NO ME OLVIDES, NO ME HABRÉ MARCHADO DEL TODO || MARCO ASENSIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora