El Comienzo (1/6)

4 1 0
                                    


Wilhelm amaba el frío: Le recordaba que estaba vivo y que por ello podía sentir frío y calor. No obstante, el frío que sentía en aquel momento era tan inhumano que le recordó a algo que no experimentaba desde hace un tiempo atrás: El miedo. Wilhelm tenía miedo. Las yemas de sus dedos estaban congeladas y sus ojos, que apenas se abrían, estaban revestidos por una cubierta gelatinosa que le hizo agitarse desesperadamente intentando salir de la helada.

A fuerza de golpes débiles logró escuchar finalmente un crujido, y una compuerta que se abría. Los ojos no se terminaban de adaptar a la baba espesa que los cubría, pero la respiración incrementaba en velocidad y empezaba a sudar en el frío. Sintió unas manos tan frías como las de él, buscando su cuerpo, buscando sacarlo de allí. Las pudo ver: Eran manos claras.

Cuando encontraron su torso, y lo levantaron, Wilhelm volvió a sentir el dolor. La baba espesa que cubría sus ojos tomó matices primero rosados y luego rojos mientras que una lejana exclamación de espanto aumentaba su angustia en un dolor agudo que empezaba a invadir su entumecido cuerpo.

Lo último que vio antes de perder la conciencia fue a una persona vestida en un traje naranja antirradiación gritando que estaba vivo. 

JuggernautsWhere stories live. Discover now