Treinta minutos después de que el padre de Peter llegara junto con su esposa, y que me obligaran a esconderme de él, me estaba arreglando para fingir ser su prometida, ya que no me quedaba de otra si quería hacer algo y no estar encerrada en mi habitación. No es que la idea de hacerme pasar por su prometida me gustara pero cualquier cosa era mejor que hacer nada. Me mire a el espejo y me arregle un poco mi cabello rizado castaño y me delinee un poco los ojos para dar mejor impresión, un punto con el "suegro". Mi vestido celeste combinaba con mi tez blanca, mi cabello castaño y mis ojos oscuros.
Me estaba poniendo un poco de brillo de labios cuando de repente se abre la puerta, era Peter.
- Mis padres aún no saben que estoy aquí, bajaremos juntos. - palpo en su bolsillo derecho y después sacó una cajita de terciopelo. - Aquí esta el anillo, por si preguntan.
Se acerco a mí, tomo mi mano y coloco el anillo en el dedo anular de mi mano izquierda y luego me beso la palma de la mano en un gesto muy intimo y aleje mi mano.
-¿Qué clase de historia te inventarás?- pregunté.
- ¿De qué estas hablando?- me miró confundido. -Hablemos de eso más tarde, ahora hay que ir a ver a mis padres. -Me tomó de la mano y me halo hasta la puerta.
- Tienes que tener alguna historia de cómo nos conocimos y eso, no se van a creer el cuento de que de un día para otro nos enamoramos y que terminamos viviendo juntos por arte de magia. -le dije apartándome de su agarre.
-Algo se me ocurrirá, confía en mí. -Dijo tomándome de la mano de nuevo.
-¿Cómo podría confiar en una persona que tuvo que comprarse una mujer? -Susurré.
- ¿Dijiste algo?- negué con la cabeza. -Bien, bajemos.
Cuando bajamos su padre estaba hablando por teléfono y su madre estaba sentada en el sillón viendo las decoraciones de la sala con un aspecto muy superior, como toda señora de sociedad. Ya veo de donde sacó Peter ese comportamiento arrogante que tiene a veces.
- Buenas tardes, Padre. -Dijo alto para que lo escuchara sobre la conversación en el teléfono.
Inmediatamente deja de hablar por el teléfono y nos mira, Peter toma mi mano. La madre de Peter se levanta del sillón y se puso al lado de su esposo. El señor corta la llamada sin dar aviso a su receptor.
- Buenas tardes, Peter. ¿Quién es esa mujer tan guapa?- lo dijo con un cierto tono de sarcasmo y con una sonrisa falsa.
- Madre, padre, les presento a mi futura esposa Phoebe Robinson. -me acercó un poco más a él, como pidiendo apoyo moral que yo no estaba dispuesta a dar.
La madre de Peter lo miró con la boca abierta como una "o" y el padre solo le fulminó con la mirada un segundo para después pasar a un semblante serio.
- ¿Cómo que tu prometida? - La madre de Peter dijo en un tono un tanto agudo.
- Sí, mi prometida. - afirmó Peter. Parecía tan seguro que hasta yo me lo estaba empezando a creer.
- Peter, creo que...- fui cortada por la voz de Peter.
- Espero que acepten y respeten mi decisión, y si, en tal caso, no lo aceptan, ya no hay nada que cambie mi opinión.
- Claro que la respetamos, pero ¿Por qué no nos avisaste? ¿Es ella la razón por la cual siempre declinabas las citas que te organizaba con las hijas de mis amigas? ¿Quiénes son los "Robinson"? ¿Tienen dinero? - Pregunto la madre de Peter casi quedándose sin aire.
- Fue un impulso, madre. Un deseo casi inmediato. No es importante saber quienes son los Robinson, si la única razón por la que la hago mi prometida es porque la amo. Ustedes me disculparán por lo que voy a decir, pero yo no quiero matrimonio vacío como el suyo, basado en la conveniencia y el dinero que son factores que no llenan el corazón de una persona.
Wow, eso hasta a mí me sorprendió, hizo que mi Creo que en este momento esta siendo muy sincero, en todo excepto en la parte en la que dice que me ama. No es momento de interrumpir.
- Pero tu nunca has sido impulsivo Peter, entiende mi preocupación. Como madre, siempre me he preocupado por ti, y una muchacha don nadie no te merece.
- ¡Pero esta vez lo fui! ¿Bien? Entiéndanlo, por favor. Es lo único que pido.
Quedé petrificada cuando Peter le gritó a su madre, él es tan respetuoso que nunca pensé que llegará a eso.
- Peter, no le grites a tu madre. Nosotros te enseñamos valores, espero que por lo menos eso conserves.- Lo regaño su padre con una cara de evidente enfado.
- Quiero que entiendan que ya no soy un niño al que ustedes pueden manejar, no les tengo que decir todo lo que hago.- me solté del agarre de Peter ya que me estaba empezando a lastimar.
- ¡Peter, ya basta! Tú no eras así, ¿qué te ha pasado?- Dijo su padre mirándolo con el ceño fruncido.- Creo que ella te ha cambiado.
- A Phoebe no la metas en esto. Ella en ningún momento me ha hecho cambiar, solo darme cuenta de algunas cosas de las cuales he estado dudando durante un tiempo.
Ok, creo que a través de mi nombre está soltando muchas cosas, creo que no es valiente del todo, pero por algo se empieza. Miré a Peter, que estaba rojo, no sé si por ira o nervios. Probablemente sea por ira ya que nunca he visto a Peter nervioso.
- John, cariño, mejor vámonos y hablemos con nuestro hijo cuando este calmado y recupere su cordura. -Me miró mal y luego se fue hacia la entrada principal.
- Me parece una excelente idea, Renata. Hablaremos cuando estemos más calmados. Pero esta conversación no queda aquí.
Tomó la mano de su esposa y desaparecieron por la puerta principal.
- ¿¡Pero que te pasa!? ¿Por qué le hablaste así a tus padres? Algunas veces no estamos de acuerdo con ellos pero esa no es razón para tratarlos de esa manera.- respiré profundo después de desahogarme un poco. - ¿Por qué me tengo que hacer pasar por tu prometida? ¿Te tengo que recordar que esto no fue mutuo acuerdo o "amor"? ¿Te tengo que recordar que me compraste"?
- Claro que no me lo tienes que recordar, sé perfectamente que fue lo que hice. Si no tienes ninguna queja más, por favor retírate a tu habitación. - Me miró con cara de enfado.
¿Yo qué tengo que ver en su enojo?
- Necesito respuestas y las necesito ahora. ¿ Por qué me compraste? y ¿ Para qué?
Me miró con algo de furia.
- No tengo porque darte respuestas. - me dijo casi gruñendo.
- ¡No me hables así porque no eres nada mio!
- ¡Soy tu dueño y tu eres mía y yo decido lo que hago o no contigo! - me grito fuertemente.
Lo mire totalmente asustada, él nunca me había hablado así antes. Luego se fue dejándome en un estado de shock.
Como a eso de las 11: 30 pm llaman al teléfono de la casa, como la Sra. Marie estaba en la pequeña cabaña fuera de la casa, fui a contestar el teléfono aunque no se me estaba permitido hacer eso. Cuando descolgué en el auricular solo se escuchaban gemidos y gruñidos. ¿¡Qué carajos!?
- ¡Si, Peter, si! - una voz femenina gritó.
Luego se escucho un gruñido masculino gutural y se corto la llamada. ¿Qué acabo de escuchar?...
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Este fue el 2do capitulo y espero que les haya gustado......
Editado el 17/8/2016
Espero que sigan la historia y recuerden que la estoy editando, por eso esta cambiando. Creo que ya lo mencioné antes pero por si acaso, puede que el rumbo de la historia cambié un poco. Gracias por leer mi novela. :D
Atte: Yo xD
BTW: Si pueden leer hasta aquí, sería genial. Intentaré subir/editar capítulos cada semana.
Sin más que agregar, cuídense.
:3
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Eres Mía
Romance¿Qué harías si te dicen que fuiste vendida? ¿Qué harías si no pudieras salir de una gran mansión y tu dueño te dijera que eres suya como si fueras un objeto? Descubre como Phoebe vive con Peter Standford un hombre rico y guapo que no la dejará ir f...