❦ || La resiliencia de Melek Sans comienza a pender de un hilo luego de un giro de acontecimientos que terminan con su ruidosa tranquilidad. Por otro lado, los delicados conflictos políticos del Makai provocan que Yui Komori sea resguardada en el mu...
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Tokio, Japón.
23 / Agosto / 2024
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❝¿Cuánto tiempo ha pasado?❞
Desperté de un espasmo.
❝¿Cuánto tiempo ha pasado ya?❞
—¡Melek!
❝¿Cuánto tiempo ha pasado?, dime❞
Escuché un fuerte golpe azotar la puerta. Deslicé la mirada hasta el sonido, entre libros y hojas me alcé desorientada. En el balcón, se extendía una suave brisa; los brillantes rayos del amanecer; el incesante silbido del viento; todo sobre la oscuridad de mi habitación.
—Melek, ¡abre la puerta!
La voz de un joven, fuerte y clara, se hacía presente al otro lado de una puerta que era golpeada a puño cerrado, haciéndola temblar.
—¡Melek!
La manija comenzó a subir y bajar desesperadamente, pronto comenzó a azotar su cuerpo contra la madera. Aturdida, di pasos débiles sobre la alfombra.
—¡Me-
Al abrir la puerta, su cuerpo chocó contra el mío; casi caímos al suelo, rápidamente nos erguimos al mismo tiempo, él al levantar la mirada mostró evidentes signos de frustración; su semblante se agrió.
—¡¿Por qué demonios no abrías la puerta?! —gritó—. ¡Llevo minutos hablándote!
«Estoy cansada».
—Lo siento —murmuré.
«Estoy muy cansada».
Hotaru se quitó los anteojos y comenzó a pasarse las manos por el rostro soltando un gruñido. La palidez que yacía en sus mejillas de la nada se tornó en un rojo vivaz.
—¡Fue mucho tiempo! —volvió a decir.
Cerré los ojos.
—¡Me has asustado!
Suspiré.
—¡Al menos deja la puerta sin llave!
—No dormí en toda la noche —interrumpí, él me miró inquieto—. Tenía mucho trabajo por hacer y estaba muy cansada. Lo lamento, ¿de acuerdo?
Dejó de rechistar, después se abrazó. Una incomodidad le hizo aplicar mucha presión en su cuerpo; suspiró y negó. No entendía cuál era el problema, ni por qué estaba tan apurado. Me di la vuelta dejando la puerta abierta, caminé hasta la alcoba y me tumbé en ella.
—Kakeru quiere que vayamos a desayunar con él —explicó.
Respondí dando un flojo mullido. Alcé la mano indicando que en unos minutos estaría abajo.
