PREFACIO

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En el inicio de todo no había nada. Solo él, el más grande, el más fuerte, el creador y el destructor todo: El Gran Inmortal. No había bien, ni mal; ni luz, ni oscuridad; al inicio de Aucaseem solo existía Tarmo, colosal, eterno, solitario. En su total inmensidad, siendo luz y oscuridad, el principio y el fin, un rayo de luz engendró los Aeternus y uno a uno fueron paridos al mundo. Sin nombre, sin forma, sin pasado; seres nacidos del mismísimo mundo, emergiendo del núcleo hirviendo de la eternidad.

Fueron siete y serían conocidos como los grandes inmortales. Nadie los había visto jamás, de ellos solo se contaban leyendas, historias de cómo con sus propios hijos fueron creando el mundo, creando la magia –la blanca y la negra–, dando forma a las cinco razas, moldeando a su gusto a sus descendientes.

A Naskol le llamaron 'El oscuro' por ser el primogénito y quien nació de la completa oscuridad. A Datán le llamaron 'El sabio', por haber descubierto cómo crear las cinco razas; pero fue Entia, 'La dama blanca', quien trajo la luz al mundo y permitió la llegada de sus hermanos. Narxi, 'La reina de acero'; Kahoe, 'La artesana'; y Egorj... de quien nadie sabe realmente nada.

Los Aeternus fueronsiete y con su poder crearon las cinco razas: los hechiceros superiores, losciprios, los alcos, los ionyx y los humanos. Los moldearon a su gusto, lesdieron las habilidades que cada uno creyó aptas y les dejaron a losSenmortecos, poderosos inmortales guardianes de cada reino y raza, destinados acompletar el mundo, a darle sentido para que las razas pudieran caminarAucaseem y no perder su camino. Luego desaparecieron.       

Las profecías de Alcania - Las Bestias ProhibidasWhere stories live. Discover now