躁鬱 ( SŌUTSU )

嘆きます » NAGEKIMASU

El miedo lo esta deteniendo y sus pies no se mueven del suelo que pisa, la mirada que tiene a su alrededor lo altera mas; se esconde detrás de la espalda de su amigo intentado cubrirse sin logro alguno, ya que todos saben quien es y cada uno de ellos tiene algo por lo que vengarse de Katsuki Bakugo.

—Kirishima— susurra con temor.

Haciendo sonreír a todos aquellos pacientes que conoció, pero no sonrisas tranquilas sino unas sádicas y llena de ira hacia su persona, su amigo agarra fuertemente el cuchillo que lleva en la mano y da un paso hacia atrás mientras realiza una pose de combate mirando a todos con nerviosismo, ya que su cuerpo tiembla en la presencia de aquellos peligrosos criminales.

—Bakugo— miro a Kirishima y me sonríe calmada mente, se que dirá algo que no me gustara. —cuando te diga quiero que corras lo mas rápido que puedas escuchasteis.

Niego rápidamente —no te dejare— le tomo fuertemente del brazo.

—Entiende no pude proteger a Kimanari pero si puedo protegerte a ti— alza la vista apuntando a la liga de sicópatas. —no hagas que mis esfuerzos sean en vano— deseo llorar pero no quiero verme débil, no ahora. —¡AHORA!.

Grita a todo pulmón lanzándose al grupo de frente, mientras yo corro hacia el lado contrario.

—¡¿QUE?!— escucho las voces llamarme —¡NO TE LARGES O MATARE A TU AMIGO!.

Quiero detenerme pero la voz de Kirishima me lo impide —¡NO LO HAGAS, SE LIBRE POR MI Y KIMANARI!, ¡VETE LEJOS!.

Quiero gritar que también deseo lo mismo pero abandonar lo no es algo que quiera ver.

—Calla te— escuchó el ruido del golpe pero no volteo; no miro, no escucho y no sueño que esto sea la realidad.

Intento regular mi respiración en aquel cuarto donde logre esconderme, no se si llevo mas de una hora corriendo pero e visto cosas que antes no tome la suficiente atención: como en que los pasillos y afuera de las habitaciones había cámaras que vigilaban todo, además de que las puertas eran automáticas y había gran parte de materiales colocados para la supervivencia de uno (ya que así había conseguido Toga un arma, y los cadáveres que había visto tenían armas ya sea por el juego que sin lugar a dudas no tocó).
Nunca quise estar aquí pero se que todo esto es causa de una sola mente criminal, el coleccionista debía pagar y lo haría ya que el karma siempre aparecía para los malvados y mentirosos.