躁鬱 ( SŌUTSU )

* Agradecimientos *

Agradezco el apoyo de todos ya que sin ustedes no seria posible haber terminado mi primer libro :3 es que nunca pensé que alguien lo leyera y mucho menos que votaran o comentaran \•∆•/ pero no fue así, así que gracias muchas gracias por apoyarme a terminar esto.
Solo espero que les haya gustado el pasar a leerlo y aunque no lo parezca merecen mi gratitud ante todo, espero que me sigan motivando para terminar los demás libros que e publicado.

Se despide Ukebiku-Kun autora de 躁鬱 SŌUTSU —LIBRO TERMINADO.—

SORPRESA PARA USTEDES
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(Epílogo)

En aquella hermosa casa de dos pisos se encontraba mirando a su esposo que dormía tranquilamente a lado de el, sonrió tiernamente al ver la cara del peliverde arrugar las cejas con irritación cuando los rayos del sol se colaron por las cortinas de su habitación, enserio que agradecía a Dios el tener una vida tranquila, con un esposo encantador, un trabajo interesantes y amigos gratos con los que pasaba el tiempo platicando en alguna salida juntos, agarro la mano de su marido para entrelazarlas como cada mañana antes de levantarse.

«Te amo Katsuki»

Soltó el agarre para cerrar los ojos fuertemente, siempre sucedía lo mismo, escuchar aquella frase que lo hacía sentirse tan melancólico y no sabia porque sentía aquella sensación tan triste, sintió una manos colocarse en su rostro que era levantado con delicadeza para ver aquellas esmeraldas que le miraban con preocupación.

—Kacchan ¿estas bien?—Sonreí con tranquilidad para asentir con la cabeza.

Era algo común el escuchar palabras y recuerdos que el nunca había vívido, solo eran alucinaciones suyas nada para lo que debería preocuparse su amado Deku.

—Estoy bien amor, sólo fue la luz—mentí—Me a despertado.—

—Eso espero Kacchan—Me dijo pegando su frente con la mía.—No deseo que nada malo te pase.—

Lo bese en los labios dulcemente antes de cerrar los ojos cuando el me empezó a corresponder.

«ERES MIO KATSUKI, SOLO MIO»

Abrí los ojos y me alejé rápidamente de Izuku quien me miro sorprendido por mi acción, sentí un pequeño temblor en mi cuerpo y me levante lo mas veloz que pude antes la mirada de él, algo no estaba bien conmigo, lo sabia desde hace 3 años atrás pero aun así, algo me decía que era mejor no recordar, fije mi vista en el reloj que había en la mesita de noche alado de nuestra cama, era tarde y Izuku debía trabajar.

—Vamos cariño te prepararé el desayuno—le dije caminado hacia la puerta—Te espero en la cocina, no te tardes.—

Caminé hacia la cocina que se encontraba en la primera planta de nuestra casa, la habías comprado hace dos años después de que Izuku insistiera en alejarnos de la cuidad y vivir tranquilamente en un pueblito espléndido lejos de las grandes luces y ruidos que me sofocaban en ciertos momentos, pero fue la mejor opción era feliz, ahora era alguien tan feliz, no podía pedir más.

El amor y la obsesión están de la manó, alguien enamorado hace locuras por su amado.

Sujetó la perilla de la puerta para sonreír con burla, o través se había olvidado de sus llaves, enserio que Izuku Midoriya eran tan distraído que siempre se le olvidaba sus llaves para entrar a su hogar después de trabajar casi todo el día, se reiría en su cara para fastidiarlo pero sabia que aun así recibiría un beso de su parte y una disculpa por ocasionar problemas, pero todo se volvería a repetir como un disco rallado, abrió la puerta por completo para ver a un hombre alto de traje elegante con una amplia sonrisa malvada decorando su atractivo rostro donde una quemadura ya hacia en su cara mientras se adentraba, sintió su sangre helarse al notar se en aquellos ojos bicolores.

—Katsuki.—dijo su nombre con tranquilidad para dar un paso mas al frente mientras yo retrocedía.

La presencia de dos personas mas no se hicieron esperar, una mujer rubia que sonreía con diversión y un hombre sumamente alto y musculoso que se encontraba manchado de sangre que era notado aun a pesar que era negro su traje.

Los flores son flores, el sol no es la luna y locos son personas malvadas que matan sin pensar y los humanos tienen demonios que suelen ocultar.

Sujeto su cabeza con fuerza, mientras lágrimas salían de ojos rojizos y la cabeza de Izuku rodó hasta sus píes donde lo miró con espanto, grito con desesperación dañándose las cuerdas vocales, al regresar a su pasado doloroso de un solo golpe dónde todo había llegado a el; la muerte de sus padres, el asesino de su infancia, el día que se enamoró, cuando sus amigos murieron, cuando se dio cuenta que todos estaban locos, que Izuku Midoriya nunca fue su pareja como el le dijo, cuando Toga intento matarlo, la verdad del coleccionista, la apariencia de su héroe, cuando el arma se disparó, todo absolutamente todo llego a el como si su cabeza fuera aplastada con las llantas de un auto.

—Parece que ya me recordasteis Katsuki.—trague grueso y intente alejarme pero sentí como todo me daba vueltas de manera rápida y mi cuerpo se tambaleaba.

—¡Oh mi amor!—sentí mi cuerpo caer al suelo donde el golpe ni me dolió, mis ojos se cerraban y mis lágrimas empeoraban lo poca visión que me quedaba.

—Creo que ya no necesitas esto —su fría mano toco la mía para quitarme aquel anillo de oró que Izuku me había colocado, mire sus zapatos de frente de mí, todo debía ser un sueño.

—Kacchan.—su voz se sentía tan cruel que llore aun más.

No quería, no necesitaban sufrir más, ¿porqué a el?,¿porque no podía vivir en paz por una sola vez en su vida?, sollozó con tristeza quería ser feliz.

—Eres mío, me perteneces a mi, el coleccionista—cerré los ojos con pesadez antes de sentir como unos labios besaban los míos—Mi joya rubí.—

Fue lo último que escuche antes de que todo se volviera negro y suplicara por nunca a verme enamorado de el.

—Te amo Katsuki Bakugo.—

Fin